El uso del sistema proposicional en el habla de la variedad culta y popular de la ciudad de La Paz
Abstract
Las investigaciones lingüísticas a nivel sintáctico son calificadas de poco relevantes, porque el nivel de análisis varía poco o casi nada; a pesar de ello, no se pueden descartar o dejar de lado. Más al contrario, el análisis de esas, aparentemente, pequeñas variaciones repercuten con mayor fuerza en otro nivel, el semántico, mostrando aspectos más profundos e interesantes.
Por otro lado, los estudios fonológicos y léxicos, a los que se ha hecho mención, se han desarrollado con el propósito de describir, principalmente, las diferencias a nivel diatópico o espacial (entre un país y otro, entre una región y otra, etc.), es decir, se trata de estudios dialectológicos. La mayoría de los estudios dialectológicos toman muy en cuenta lo que son las diferencias a nivel espacial; sin embargo, y compartiendo la opinión de muchos otros investigadores en este campo, también se cree que se debería promover estudios comparativos a nivel diastrático e incluso diafásico.
El uso de las preposiciones en el habla paceña es una investigación que pretende afirmar, por un lado, la idea de variación a nivel diastrático, pero también buscará describir el uso real de la preposición, como una de las unidades de relación significativa más importantes en la lengua; esto a nivel, principalmente, semántico; pero sin dejar de lado el hecho de tomar aspectos sintácticos para una mejor descripción de este sistema.
Para comprender mejor el hecho de no restringir el presente estudio a aspectos sólo de significado se hace eco de las palabras de Andrés Bello:
Cuando se dice el libro, naturalmente se ofrecen varias diferencias o relaciones al espíritu: ¿Quién es el autor de este libro? ¿Quién su dueño? ¿Qué contiene? Y declaramos estas relaciones diciendo: un libro de Iriarte, un libro de Pedro, un libro de fábulas (1945: 38).
Como se puede observar cada una de las preposiciones utilizadas en los ejemplos de la cita anterior no puede ser elidida, y cada una cumple en principio una función, la única que se le ha adjudicado a estas unidades: la de ser elementos de relación. Esta función hace que las preposiciones sean indispensables en este tipo de enunciados; no sólo porque el espíritu necesita una respuesta, sino porque la lengua sigue determinados patrones para el uso de sus elementos en busca de la intercomprensión entre los interlocutores y establecer así la comunicación a través de la lengua.