Estudio de la toponimia aymara y la interferencia del castellano
Date
2011Author
Limachi Callata, Delia
Gutierrez Morales, Pascual (Tutor)
Metadata
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El avasallamiento colonial a la sociedad del Awiyala afectó a las culturas y lenguas del Qullasuyu. Las instituciones territoriales como suyus, layas, markas y ayllus fueron desvirtuándose y colonizándose gracias a la evangelización y sustitución de los nombres propios de cada lugar. La interferencia fonológica del castellano ha distorsionado tanto el significado y el significante en los topónimos aymara, a tal punto de transferir y dirigir al idioma aymara al inicio de una glotofagia.
El estudio de la toponimia aymara, la interferencia y transferencia del castellano en la Primera Sección Viacha, ha logrado analizar, establecer y determinar el grado de interferencia y transferencia en cuarenta topónimos de Viacha.
La entrevista a informantes clave ha determinado una muestra no probabilística. Cada topónimo ha sido descrito desde la ciencia lingüística, a nivel; fonológico, morfosintáctico y léxico-semántico. El topónimo Contorno por las características físicas y toponímicas presenta distintos quntu(s) que por información se ha podido constatar su similitud con el termino Quntu > Contorno. Asimismo el topónimo Pallqoso posee un sufijo –oso propio del castellano que denota abundancia de pallqa ‘desvío’. El topónimo Pacharaya significa ‘el espacio donde se ve el amanecer’, el morfema raya ha sustituido a Qhanjta desvirtuando el verdadero sentido de los viajeros que le han dado ese nombre. El topónimo Maso Cruz es una transferencia fragrante propio de la iglesia católica.
La interferencia es preponderante en el presente estudio, sin dejar de lado la transferencia en su menor postura, pero que no deja de preocupar el sustrato en topónimos aymaras, sin desestimar un inicio de una posible glotofágia por parte de la lengua castellana.
Aún ciertos topónimos mantienen nuestra soberanía, identidad y características propias de la lengua y cultura aymara, que desecharlos sería hacer un flaco favor a la lengua castellana. Es menester restituir, retomar nuestros nombres propios de cada lugar como símbolo de lugares sagrados.