Para la malla curricular de 1º a 4º año de la Carrera de Ciencias Políticas. UMSA

Abstract

En el gobierno de Sánchez de Lozada, se impulsa y promulgan diversas leyes, entre las que se encuentran la Ley de Participación Popular (1994) y la Ley de Descentralización Económica y Administrativa (1995), que permitieron desconcentrar la administración del Estado y que lleguen recursos económicos a cada uno de los municipios del país. Sin duda, esta decisión, abrió mayores espacios laborales para los cientistas políticos que buscaban la interacción con la sociedad civil a través de instancias gubernamentales y ONGs. Siendo la carrera de Ciencias Políticas una de las más pequeñas, en relación al número de estudiantes, de la Universidad Mayor de San Andrés, por sus características ha llegado a tener un gran impacto en nuestra sociedad, en esta última época, debido a los acontecimientos desencadenados a partir de 2003. La generación de jóvenes que vivieron ese movimiento político y social, percibieron que ésta carrera podría generar cambios estructurales en el Estado y re direccionar el comportamiento de la sociedad en general, razón por la cual decidieron estudiar Ciencias Políticas. Como efecto de estos acontecimientos en el periodo 2003 al 2007, se destituye a Sánchez de Lozada (Presidente Constitucional, que no acabó su mandato), se discute que se incluya en la agenda la Asamblea Constituyente, la cual no logra consolidarse por completo con su sucesor, el hasta entonces Vice Presidente el Lic. Carlos D. Mesa, pero da las bases legales para dar inicio a este proceso, realizando también el primer referéndum de la década en Bolivia, haciendo referencia a la administración de recursos hidrocarburíferos. Posteriormente se elige al primer Presidente indígena de Bolivia, mostrando así el deseo de cambio de la sociedad boliviana en el ámbito de la toma de decisiones, rompiendo por primera vez el dominio del poder por parte de partidos políticos tradicionales, éste presidente en el transcurso de su mandato logró ahondar relaciones diplomáticas con países de tendencia de izquierda (Venezuela, Brasil, Cuba y otros), pero tiene problemas en manejar sus relaciones con países como Estados Unidos, porque muestra una estrategia de relacionamiento basada en resentimientos raciales y no en la razón de un estadista, lo cual se refleja claramente en sus discursos políticos.