Crédito por convenio a funcionarios del sector público - una innovación en cuanto a tecnologías crediticias
Date
2014Author
Valdés Romero, Marihela Ximena Esther
Tutor
Viveros Burgos, Julio, tutor
Metadata
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El Crédito de Consumo es catalogado como uno de los activos de riesgo de una entidad financiera y su regulación se encuentra contemplada dentro de la normativa de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero. Toda entidad regulada ofrece este producto, existiendo diferencias, entre unas y otras, en cuanto a las condiciones y en tecnologías implementadas se refiere. En este contexto, en necesario mencionar que el Banco Unión S.A. actualmente, posee uno de los productos de Crédito de Consumo más representativos, llamado “Crédito por Convenio a Funcionarios del Sector Público”. La importancia de este crédito, radica en los excelentes resultados alcanzados en estos últimos cinco años en lo que se refiere a la calidad de cartera, eficiencia, productividad y rendimiento. Pero para lograr los resultados mencionados, el producto tuvo que experimentar cambios en su tecnología que le permitieron salvar etapas difíciles que en algún momento incluso provocaron su posible desaparición dentro del grupo créditos ofrecidos por el banco. El presente trabajo está encaminado a explicar cómo el producto logró superar momentos peligrosos, cuáles sus debilidades y cuáles las soluciones. Se tomó como referencia a la cartera generada en la ciudad de La Paz efectuando una evaluación del período 1996 al 2013. Se estudiará el desempeño del Crédito de Consumo – Crediagil en el Banco Unión S.A. y cómo evolucionó al producto final, que hoy en día se ha convertido en uno de los más exitosos y conocidos del Banco: El Crédito por Convenio a Funcionarios del Sector Público. El análisis se centrará en el comportamiento del producto en cuanto a su calidad, eficiencia, productividad y rendimiento, evaluando la evolución de la cartera en mora y ejecución, los gastos administrativos, gastos operativos, número de funcionarios de la unidad e ingresos financieros. El estudio se ha dividido en tres etapas: la primera de 1996 al 2001, la segunda del 2002 al 2005 y la tercera del 2006 al 2013. Ante la demanda en el mercado financiero por créditos de corto plazo, el primer trimestre del 1996, el Banco Unión S.A. incursionó con fuerza en la otorgación de créditos de consumo, canalizando estas operaciones a través de la unidad creada para este fin, llamada Crediagil. En el primer período el producto alcanzó niveles interesantes de cartera generando un crecimiento de un poco más del 100% en sus colocaciones en el segundo año (1997) y del 30% para el año 1998 con más de $us16MM. Sin embargo a fines de 1998 y en las siguientes gestiones, 1999, 2000 y 2001, el producto inició una etapa de deterioro de su cartera con indicadores de calidad de cartera (mora) de 33%, 25% y 50.6% respectivamente, traduciéndose estos resultados en pérdidas para el banco. Se castigó cartera por más de $us8MM en el 2000, lo que representó una pérdida del 100% por este monto. Ante esta situación el banco decidió suspender sus actividades en la otorgación de créditos de consumo de Crediagil el 2001. En julio del 2002 el Banco reabrió sus puertas a los clientes dependientes con un crédito de consumo con mayores mecanismos de control, mejores condiciones, mayor seguridad de retorno de la inversión, en resumen con una tecnología confiable desde el punto de vista de riesgos crediticio, pero también con mayor accesibilidad para los clientes. El producto innovado fue tan bien estructurado en su concepción que su tecnología fue adoptada por otras entidades del Sistema Financiero Nacional y sus políticas reflejadas dentro de la normativa del ente regulador.