dc.description.abstract | En la tradición andina se considera al tratamiento de la salud dentro del orden psico - somático, procurando, a la vez, la curación orgánica del cuerpo y la preparación psicológica del paciente para dicha curación, de acuerdo con su mundo de creencias. En la ciudad de El Alto, la medicina andina asume una ideología globalizadora de cuerpo y espíritu, persona, sociedad y cosmos manifiesta en curas naturales, cuidados personales y remedios rituales. Cuando el médico de origen llega al campo, con una ideología diferente a la campesina, más materializada, casi mecánica, con curas químicas de indudable eficacia al nivel orgánico, no ingresa en sintonía psicológica con el paciente y su mundo interior. Lo más corriente es que ni siquiera logre comunicarse en la misma lengua del paciente, lengua que es la expresión de las estructuras mentales y de cosmovisión de ambos, dando la impresión de un "diálogo" entre sordos y mudos. Por la progresiva incorporación de los modernos paradigmas médicos, se observa un determinado poder del médico sobre la población, debido a que este profesional es un actor social portador de conocimientos con valor de título y de mercado. Pero, no siempre se considera que en la relación médico - paciente existen dos personas, dos realidades, dos identidades y dos formas de concebir la salud mental. | es_ES |