El rol de las microempresas en el desarrollo sostenible

Abstract

El fin de siglo, significa indudablemente que la humanidad ha acumulado demasiados cambios, así las cuatro últimas décadas en nuestro país, estuvieron marcadas por una participación significativa del estado, el mismo que parece alejarse y ser sustituido por una economía de mercado y donde la doctrina de la libertad individual viene a constituir un factor importante, así como el rol del sector privado lo es dentro de las nuevas reformas estructurales, sin embargo el impacto de las primeras reformas en el país ejecutadas en lo referente a la estabilización ya tuvieron su efecto, mientras las de segunda generación con énfasis en la recuperación económica aún no tienen el impacto deseado, demostrándose que una participación responsable y con políticas de corto plazo el estado aún puede jugar un papel muy importante. No ajeno a esta realidad, el presente trabajo intenta reflejar el comportamiento y las perspectivas de un sector tan importante como el de la microempresa en especial la productiva, la necesidad de encontrar comportamientos homogéneos que faciliten la formalización conceptual e importancia y desarrollo de este sector. El fenómeno de las migraciones, en particular en década de los setenta e incrementada por efectos de la crisis de los 80, plantea el problema de un excedente estructural de la fuerza laboral que no logra articularse con los sectores más dinámicos de la economía urbana, surgiendo como respuesta a este fenómeno estrategias laborales para la generación de ingresos basados en el autoempleo, dentro de un contexto socioeconómico bastante crítico. Desde entonces y con un rol decisivo a partir de las reformas estructurales de 1985, la Microempresa en nuestro país se convierte tal cual lo afirma la OIT, en un cuarto poder de la economía (sector informal), agrupando a un importante segmento de la población con unidades económicas de nomás de cinco trabajadores, una sub agrupación de la pequeña industria, su aporte como su cuantificación son difíciles de establecer por este carácter informal, la existencia de estas dentro de las unidades familiares dificultan diferencial' o aislar los componentes propios de la actividad. Dentro de estas características y en los rubros principales en las cuales se desarrollan (textiles, madera, metalmecánica y alimentos), las microempresas tienen ciertas condicionantes que imposibilitan su mayor desarrollo, entre estas su constitución familiar y artesanal sin una cultura empresarial, tecnología rudimentaria y precaria, su baja dotación de recursos productivos, débil inserción en mercados más atractivos y problemas de comercialización, escasa división y especialización del trabajo así como la calificación de la mismas, dificultades en la sostenibilidad de la oferta y la ausencia de garantías reales para acceder a financiamiento, en las condiciones que estas requieren y orientadas al sector, sin embargo continúan constituyéndose en generadoras de empleo, en unidades que utilizan materia prima nacional, en unidades capaces de atender nichos específicos de mercado, en transmitir experiencias productivas acumuladas y en su persistencia por mantenerse en el mercado. El futuro no es lo que solía ser1, es una frase que encierra los cambios que se vienen dando, procesos de globalización, turbulencias y fluctuaciones monetarias, acelerados cambios tecnológicos, acuerdos de complementación y mayor apertura de mercados en un marco de competitividad, este contexto las perspectivas de las microempresas, plantean la necesidad de encarar políticas que rescaten las potencialidades de este sector, buscando su homogeneización y formalización conceptual, de manera de rescatar su funcionalidad, adaptabilidad y flexibilidad dentro el mercado frente a los gustos cambiantes y dinámicos del consumidor. El reconocer su existencia no basta, por ello la necesidad de plantear condiciones y características básicas para su desarrollo de manera que estas sean de mayor significación dentro de la economía nacional y con capacidad para responder a coyunturas y turbulencias propias del mercado. 1 La búsqueda de plantear una nueva estructura productiva par a el sector nos lleva a proponer la conformación de microempresas tipo, las mismas que tengan características bastante flexibles y liderazgo en sus rubros, que generen nuevos procesos productivos a partir de mecanismos de subcontratación, eslabonamientos, asociaciones y consorcios con capacidad de competir en mejores condiciones, frente a una demanda y gustos del consumidor cada vez más cambiantes. Deberá rescatarse de las mismas la percepción y el comportamiento de estas en determinados rubros, como guía para las restantes microempresas, con la finalidad de crear microempresas con una lógica de acumulación y no de simple subsistencia, capaces de mejorar indicadores de empleo e ingreso más estables y con mayores aportes al ingreso nacional. La alternativa de aprovechar las microempresas existentes, con mucha capacidad de adaptarse a coyunturas y fluctuaciones (artesanales y patriarcales), en una simbiosis con las más flexibles, de manera de generar microempresas sostenibles dentro un nuevo desarrollo. A este propósito deberán coadyuvar necesariamente instituciones especializadas tanto en microcrédito, desarrollo empresarial y estado con políticas y programas del impulso real para el sector, tratando de cerrar un circulo de beneficio mutuo; las primeras en el propósito de generar nuevos productos en mejores condiciones y con menor riesgo, las segundas de hacerse cada vez más auto sostenibles y el estado en el propósito de impulsar al sector y encontrar alternativas para su desarrollo.