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dc.contributor.advisorAguilar Gómez, Roberto, tutor
dc.contributor.authorCéspedes Peláez, Angel Jorge
dc.date.accessioned2019-05-08T19:38:49Z
dc.date.available2019-05-08T19:38:49Z
dc.date.issued2001
dc.identifier.urihttp://repositorio.umsa.bo/xmlui/handle/123456789/20191
dc.description.abstractA partir de la Nueva Política Económica en 1985, Bolivia en 4 gobiernos consecutivos viene llevando a cabo un programa de estabilización y reformas estructurales donde se prioriza al mercado como mecanismo para la asignación de recursos en la economía y una mayor apertura de la economía al exterior. El programa de estabilización tuvo un carácter de shock, a partir de consistentes políticas fiscales, monetarias y cambiarias. Las reformas estructurales tuvieron un tratamiento más gradual y secuencial, bajo la premisa de modernizar la estructura económica de nuestro país e insertarlo a una economía mundial globalizada. En este contexto, el mercado de trabajo ha sufrido grandes transformaciones al igual que las tendencias globales del empleo. En Bolivia el mercado de trabajo caracteriza por: La creciente terciarización del empleo, dada la hegemonía del comercio como sector con mayor capacidad en la creación de fuentes de trabajo. El papel preponderante que desempeña el sector informal en la generación de empleo. La marcada diferencia en la distribución del ingreso. La elevada segmentación y la presencia de formas de ocupación fuertemente diferenciadas a causa de los distintos modos de organización. La presencia dominante del subempleo por la inadecuación de las tareas a las capacidades del trabajador, que se traduce en la baja productividad de la mano de obra. La precarización de las condiciones laborales a partir de la incorporación de formas eventuales de contratación, extensión de las jornadas laborales y los bajos niveles de remuneración. A estos factores se suma, los alarmantes niveles de desempleo abierto que registra la economía. Por todo esto, abordar el tema de la flexibilización laboral constituyo en un reto pues, se trata de un espacio en el que confluyen diversas opiniones muchas veces contrapuestas. Tales contradicciones se originan tanto en los diferentes enfoques del tema laboral que proponen las disciplinas académicas, como en la racionalidad e intereses de los agentes involucrados, que pueden ser afectados por los cambios en las leyes y normas. En esta coyuntura surgieron las primeras propuestas y planteamientos sobre la reforma a la Ley General del Trabajo, las cuales obedecen a dos tendencias: la tendencia neoliberal (CEPB y UDAPE), y la tendencia laboral (COB y CEDLA). La tendencia neoliberal demanda la flexibilización laboral como parte de la inserción de la economía boliviana a la dinámica internacional sobre la base de profundas reformas estructurales. Plantea que la falta de mayores niveles de competitividad de nuestra economía se debe a los altos costos laborales que las empresas deben enfrentar en el proceso de producción. Esto lo atribuyen a la incertidumbre que promueve la actual legislación laboral, la baja productividad que no permite a nuestra economía ser competitiva, la intensa participación del Estado y los elevados costos laborales en los que incurre el empleador; por lo que plantean la modernización y/o actualización de la Ley General del Trabajo. La tendencia laboral plantea que si el elemento motivador de la flexibilización laboral es el logro de mayores niveles de competitividad frente al acelerado cambio en el entorno económico internacional, se debe considerar que el mismo afecta a múltiples aspectos de la economía que minimizan el problema de los costos laborales en el contexto general. En consecuencia los requerimientos para alcanzar mayores niveles de competitividad deben orientarse a una reestructuración del aparato productivo y no únicamente a la adopción de estrategias defensivas y el aprovechamiento de ventajas momentáneas basadas en la reducción de los costos laborales y a la inflexibilidad de las condiciones de trabajo. Ya en el desarrollo de la investigación y un profundo análisis sobre la evolución del mercado de trabajo y las diferentes propuestas sobre la reforma a la Ley General del Trabajo a partir de la Nueva Política Económica podemos concluir que: A partir de los programas de estabilización y reformas estructurales se hizo evidente la ausencia de una política de empleo que permita estructurar un conjunto de acciones y estrategias en el ámbito político económico jurídico y social con el objetivo de generar nuevas fuentes de empleo y beneficiar las relaciones entre los agentes involucrados, factores que permitan a nuestro país alcanzar un mayor desarrollo económico para enfrentar al proceso de globalización. Por otro lado, la flexibilización laboral no permitirá dar solución al problema del empleo en nuestro país, porque esta enfoca de una manera parcial el problema, y atribuye solamente a los costos laborales la falta de competitividad de la economía boliviana, y no lo enfoca de una manera global que debe partir de la reestructuración del aparato productivo, mayores niveles de inversión, desarrollo tecnológico, mayor calificación de los recursos humanos, lo que permitirá el logro de mayores niveles de competitividad y productividad de la economía. A partir de la liberalización del mercado de trabajo se incrementaron los niveles de subempleo, se precarizaron las condiciones de trabajo, se acentuó la diferencia en la distribución del ingreso y se registraron niveles alarmantes de desempleo abierto.es_ES
dc.language.isoeses_ES
dc.subjectTESIS DE GRADOes_ES
dc.subjectFLEXIBILIZACION LABORALes_ES
dc.subjectEMPLEOes_ES
dc.subjectECONOMIA BOLIVIANAes_ES
dc.subjectPOLITICA ECONOMICAes_ES
dc.titleLa flexibilización laboral y su impacto en la economía bolivianaes_ES
dc.typeThesises_ES


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