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dc.contributor.advisorQuevedo Calderón, Boris Leandro, tutor
dc.contributor.advisorMontenegro Gómez García, Marcelo Alejandro, relator
dc.contributor.authorBustos Bustillos, Fabio Roberto
dc.date.accessioned2012-09-28T15:10:06Z
dc.date.available2012-09-28T15:10:06Z
dc.date.issued2012-09-28T15:10:06Z
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/123456789/1982
dc.description.abstractLa crisis financiera mundial se desató en una situación marcada por la incapacidad de la comunidad internacional para dotar a la economía globalizada de reglas mundiales creíbles, especialmente en lo referente a las relaciones financieras internacionales y las políticas macroeconómicas. Las burbujas especulativas, empezando por la burbuja inmobiliaria de los Estados Unidos, fueron el fruto de una política de desregulación activa de los mercados financieros a escala mundial, ampliamente respaldada por gobiernos de todo el mundo. La desregulación financiera, impulsada por una creencia ideológica en las virtudes del mercado, ha favorecido la aparición de instrumentos financieros "innovadores" sin vinculación alguna con actividades productivas en el sector real de la economía. En el segundo semestre de 2008, la economía global entró en la recesión más profunda desde la segunda guerra mundial a consecuencia de la grave crisis financiera y la pérdida global de confianza. Otro factor que contribuyó al frenazo de la economía mundial fue la política monetaria contractiva aplicada en varios países para frenar las expectativas de la inflación hasta el tercer trimestre de 2008. Con la caída de la producción en los países de la OCDE y la fuerte desaceleración En los últimos años, el tema de la sustentabilidad ambiental de las actividades económicas, incluido el comercio, ha adquirido un lugar central en los debates internacionales, particularmente en lo relativo al fenómeno del cambio climático. Ello se refleja en las múltiples instancias en que se aborda este tema actualmente, tanto a nivel multilateral como en algunas de las principales economías mundiales. Las exportaciones y la producción del sector minero e hidrocarburífero se vieron afectados, asimismo, el gobierno con el fin de amortiguar la crisis financiera implementó políticas expansivas, además de haber tenido ventajas y grandes bonanzas durante los años precedentes. Por otra parte se detectó que existe canales de transmisión sobre la crisis financiera uno que se puede identificar es vía exportaciones, sin duda cabe aclarar que no es el único, además que la incidencia es mínima. Pero existe acoplamiento al sector externo. Mediante el modelo econométrico se concluye que bajo las estimaciones de las funciones impulso respuesta, la incidencia de la crisis financiera internacional tiene efectos retardados o con rezagos sobre la economía boliviana, obviamente, afectando al sector real de la economía, es decir, que ante un shocks sobre los indicadores de la bolsa de valores de wall-street de los Estados Unidos como: la Dow-Jones y S&P500, los efectos en los ingresos fiscales no tendrían efecto inmediatos debido a varios factores, sin embargo uno de los canales de transmisión seria vía exportaciones y por las tasas pasivas en moneda extranjera, que sin duda en una economía en desarrollo como la nuestra no muestra un mercado financiero integrado económicamente, por tanto, los efectos financieros tendría incidencia relativamente rezagadas. Es necesaria la implementación, de la regulación prudencial a nivel macroeconómico deberá completarse con políticas prudenciales a nivel macroeconómico tendentes a constituir reservas de amortiguación durante las épocas buenas para evitar la desaparición de liquidez en los períodos de crisis. Los reguladores de los países en desarrollo deben desarrollar sus sectores financieros gradualmente, para evitar el ciclo de auge y recesión. Para resolver los problemas de exceso de actividad especulativa en el sector financiero es necesario enfocarlos de manera integrada. Por otro lado los ingresos fiscales en función de sus determinantes, muestra una influencia diferenciado, el cual, tendría una fuerte dependencia ante la variable de los impuestos tributarios con 0.45%, que aglutina a las rentas aduaneras y a los impuestos internos, por tanto, una crisis financiera afecta en el deterioro de nuestras exportaciones y se fomentaría a las importaciones y donde los ingresos por aranceles tendría un crecimiento que incrementaría los ingresos fiscales, el cual sería el canal que tuviera que experimentar el gobierno ante la crisis financiera, es decir, los vínculos de los ingresos fiscales ante los shocks externos no son directos, sino al contrario muestra una vinculación indirecta y es por ello que los efectos tendría retardos y no inmediatos. Bolivia siempre fue un país vulnerable ante efectos externo, como ya se explico el caso de 1929, "La Gran Depresión, el periodo de hiperinflación, etc".en_US
dc.language.isoesen_US
dc.subjectCRISIS MONETARIAen_US
dc.subjectINGRESOS FISCALESen_US
dc.subjectAUDITORIA FISCALen_US
dc.subjectPOLITICA MONETARIAen_US
dc.subjectTESIS DE GRADOen_US
dc.subjectCRISIS FINANCIERAen_US
dc.titleLa crisis financiera y su incidencia sobre los ingresos fiscales (Caso boliviano: 2000 - 2009)en_US
dc.typeThesisen_US


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