La ampliación del spread cambiario y el impuesto a las transacciones financieras como incentivos a la tenencia de moneda nacional
Fecha
2004Autor
Oporto Torrez, María Renée
Tutor
Calderón Catacora, Pablo, tutor
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
La creciente globalización y la inestabilidad financiera observadas en los recientes años, han aumentado el interés por estudiar las condiciones que generen reducciones en los descalces de activos, pasivos, por monedas y por plazos. Este trabajo está dirigido al análisis del sector de la población económicamente activa, cuyos ingresos se perciben en bolivianos y que tiene el hábito de convertirlos a moneda extranjera, sin dejar siquiera un saldo para efectuar transacciones básicas. En muchas instituciones públicas, coadyuvando con políticas económicas, en el sentido de apoyar al sistema financiero, se depositan los salarios en cuentas corrientes o de ahorro, que en una mayoría son directamente aperturadas en moneda extranjera, comportamiento inducido por la aversión al riesgo cambiario, a expectativas de depreciación (peso problem) y a la histéresis o fenómeno de no-reversión de la dolarización que quedó como "cultura" en los agentes económicos. Asimismo, se busca mostrar que con esta conducta se incurren en costos de transacción, principalmente cuando se tiene que volver a hacer la conversión en sentido contrario (de dólares a bolivianos) para las transacciones cotidianas. El costo directo se deriva principalmente de la ampliación —de hecho- del spread cambiario de divisas entre el tipo de cambio de compra y el de venta que realiza cada una de las entidades financieras, según sea su política; también aporta a este costo la cada vez más disminuida tasa de interés que los depósitos en moneda extranjera ofrecen y por último se debe agregar a estos costos, la implantación del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), del que están exentos los depósitos en moneda nacional. Por su lado la Superintendencia de Bancos (SBEF), actúa bajo un marco normativo prudencial que regula las actividades de intermediación financiera calificado con mejora sustancial, que fue determinante para enfrentar las coyunturas políticas, sociales, climatológicas y del contorno externo, pues las entidades acumularon un nivel importante de previsiones y de reservas que permitió al sistema financiero tener esa capacidad de respuesta, gracias a la regulación prudencial, Bolivia no ha sufrido un colapso financiero.