Ajuste estructural y su incidencia en la pobreza análisis de la década del 90
Fecha
2000Autor
Cortez Flores, Ana Magali
Tutor
Guzmán Aguirre, Walter David, tutor
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
El presente Trabajo Dirigido considera el AJUSTE ESTRUCTURAL DE LA DECADA
DEL NOVENTA Y SU INCIDENCIA EN LA POBREZA BOLIVIANA, el objetivo del tema es analizar los efectos y las consecuencias de estas políticas de estabilización en el 70% de la población nacional considerada como pobre. Como antecedente, se toma en cuenta las propuestas macroeconómicas del Banco Mundial (B.M.) con el propósito de disminuir y combatir la pobreza. Bajo la presión de las críticas, desde 1986 el B.M. define su política y diseña recomendaciones para disminuir la pobreza. El B.M. clasifica grupos de países de bajos ingresos que tienen un lento crecimiento económico a largo plazo y donde las crisis macroeconómicas provocaron el empeoramiento de una pobreza ya extrema. En este grupo donde se encuentra Bolivia, las políticas macroeconómicas equivocadas llevaron a situaciones de considerables desequilibrios, provocaron graves problemas financieros y elevadas tasas de Entonces el B.M. presionó para la implementación de una política de estabilización y de ajuste estructural, que implica una fuerte reducción del presupuesto del gobierno central, liberalización de los regímenes comerciales, la privatización de las empresas públicas, el reordenamiento de los tipos de cambio y ajuste en políticas fiscales. Para el caso de Bolivia, los efectos de la aplicación de la política de estabilización y ajuste, se caracterizaron por una situación de crisis económica sin precedentes en los primeros cuatro años de la década del 80, con una hiperinflación que incrementó el IPC mensual hasta un 182%. En 1985, la Nueva Política Económica libera los precios y elimina los subsidios, introduce el cambio libre y reduce el gasto público. Muchas empresas estatales fueron transferidas a las corporaciones de desarrollo como un paso previo a su privatización, los bancos estatales de fomento comenzaron a ser liquidados y se introdujo la liberalización de las transacciones con el exterior, junto con un arancel uniforme del 20% sobre las importaciones. Esta política consiguió controlar la hiperinflación, estabilizar la economía y sanear el sector público. Pero sólo se logra tasas de crecimiento muy reducidas, por debajo del crecimiento anual de la población. El sector privado no responde con nuevas inversiones sustanciales y las altas tasas de interés bancario obstaculizan la inversión. Con este panorama, se presenta la última década del siglo XX y siguiendo las recomendaciones del Banco Mundial los gobiernos de turno, en 1992, 1994 y 1998, elaboran propuestas nacionales de lucha contra la pobreza, bajo los nuevos conceptos del desarrollo sostenible y humano, dentro del cual un objetivo central constituye la erradicación de la pobreza. Argumentan que la deficiente formación del capital humano origina la insuficiente y baja calidad de los servicios de salud, educación y saneamiento básico, no sólo mantienen niveles extremos de pobreza, sino que atenta con la calificación de la mano de obra impactando negativamente sobre la productividad del trabajo y el ingreso, constituyéndose en una restricción para el desarrollo. Posteriormente, se mencionan las coincidencias y diferencias de los tres Planes Generales de Desarrollo Económico y Social, determinándose que son bastantes similares en vista que las propuestas se basan en las directrices impuestas por el B.M., por tanto tienen muy pocas diferencias.