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dc.contributor.authorMurillo Patiño, Alfonso Arturo
dc.contributor.authorQuiroga, Juan Carlos Ramiro (Tutor)
dc.date.accessioned2016-07-05T14:40:33Z
dc.date.available2016-07-05T14:40:33Z
dc.date.issued2005
dc.identifier.urihttp://repositorio.umsa.bo/xmlui/handle/123456789/6746
dc.description.abstractAntes de encarar este trabajo creativo veremos el origen y las características del género policial con sus dos dimensiones: la racional y la fantástica. Ambas son referencia y antecedentes necesarios para llegar a nuestro objeto de estudio en este ensayo, que es tratar de demostrar que en la metrópoli, la muerte y el asesinato han tomado además un rumbo fantástico. En la dimensión fantástica, el asesino ya no es necesariamente “alguien” sino “algo” inusitado, sale así del lugar común que establece el crimen en el género policial.La dimensión racional tiene a su vez dos variantes: la científica y la serie negra. Para esta dimensión, lo esencial es encontrar la punta de la “madeja causal” de una serie de acontecimientos precedentes que han desembocado en un asesinato. Una vez que se ha descubierto el crimen, se da inicio a la investigación policial e interviene por primera vez el detective, personaje que completa la trilogía de la novela policial de la dimensión racional: víctima-asesino-detective. El detective comenzará su trabajo recolectando pistas en el lugar del crimen, para luego elaborar hipótesis acerca de cómo sucedieron los hechos. Luego resolverá el caso, descubriendo al o a los criminales mediante la explicación lógica del suceso, establecida a partir de la hipótesis correcta. Para tal fin, los métodos que utilizará serán científicos, como el análisis de las evidencias encontradas en el lugar del crimen, pero también la deducción e inclusive el instinto, pues el detective, además de una aguda inteligencia tiene que estar dotado de la intuición necesaria para realizar la investigación y esclarecer sus casos. Un crimen no es fruto del azar; las implicancias para delinquir son asimismo consecuencia de las diferencias económicas de la sociedad capitalista, por lo que la dimensión racional interpela, no sólo a la inteligencia del lector, que de alguna u otra manera se involucra en los hechos y elabora sus propias hipótesis acerca de la identidad del asesino, sino a los valores dominantes de dicha sociedad. Pero en ambos casos, se llega siempre a la verdad.La dimensión fantástica, por el contrario, busca lo esencial en la ambigüedad y eleva al lector al siguiente planteamiento: ¿Es posible que sucediera tal crimen? Pregunta que implica ir más allá de la dimensión racional. En la fantástica, al cuestionar las leyes de la razón y aun las naturales, se alcanzan episodios de escándalo mayor o de significación inaudita. Y si la dimensión racional pone en entredicho a la inteligencia del lector y a la misma sociedad, en el fantástico se pone en entredicho a la misma condición humana. Por consiguiente, es una revuelta mucho más radical y transgresora, donde la muerte deja de ser un proceso natural y se convierte en un fenómeno metafísico: vida y muerte se funden en una sola entidad.es_ES
dc.language.isoeses_ES
dc.publisherFacultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Carrera. Literaturaes_ES
dc.subjectRacional y Fantásticaes_ES
dc.subjectSerie Cientificaes_ES
dc.subjectInteligenciaes_ES
dc.titleEl Final de un Oficioes_ES
dc.typeThesises_ES


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