Revista de Bibliotecología y Ciencias de la Información (Vol. 6 No 8)
Fecha
2001-06Autor
Carrera de Bibliotecología y Ciencias de la Información
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Mostrar el registro completo del ítemResumen
Pareciera que hemos entrado en un «mundo de locura», en una dinámica inconmensurable
en que las cosas parecen cambiar sin control de ninguna clase. Esta «locura» ha generado actitudes muy dispares. Los renovadores - orgullos muchas veces de sus «innovaciones» - pronto se hacen conservadores; los conservadores se desesperan por la inconsistencia de muchos cambios y adoran los tiempos pasados en que la vida científica se desenvolvía con una placidez envidiable; los revolucionarios ya no saben qué inventar para permanecer como hombres de avanzada. Los grandes adelantos tecnológicos, en vez de contribuir a un alivio de la explotación y las tensiones, no hacen sino tensionar más la vida cotidiana e intensificar la esclavitud del hombre por el hombre. Se inventan términos «nuevos» que disfrazan cosas viejas (globalización, autoestima, excelencia, etc.), mientras que los problemas nuevos no encuentran los términos necesarios para construir esquemas explicativos de la realidad actual. Y, al final de cuentas, se agudiza los conflictos sociales y políticos. La tecnología - la gran salvadora de la humanidad - resulta impotente para
orientar el camino en contra del abismo. Esta dinámica abarca todos los ámbitos y en algunos es más visible que en otros. Uno de los campos de mayor visibilidad es el de la bibliotecología, la documentación y la información. Salvo los conceptos fundamentales (que por lo menos desde hace siglo y medio permanecen inalterables a pesar de los cambios), nada de lo escrito ayer parecer servir hoy. Frente a esta situación hay algunas actitud que bien vale la pena tipificarlas: - hay un primer grupo de ociosos intelectuales que busca y rebusca palabras para «hablar en dificil», cuando en realidad no tienen una sola idea nueva; - hay, en el otro extremo, quienes no se ocupan tanto de inventar términos, sino
de desarrollar y renovar conceptos; con esto se garantiza la claridad del lengua mismo tiempo el avance científico; - hay conservadores, que le temen al cambio y que, acogidos a la eficacia de todo lo tradicional, procuran evadir lo nuevo; - finalmente hay la posición intermedia: gente que trata de reno v-arse, pero que está todavía en el proceso de búsqueda y consolidación de sus ideas. Todas estas actitudes merecen tener un vehículo o canal de expresión. Tal es el propósito de nuestra revista: dar la oportunidad a los docentes y estudiantes de «decir su verdad» En el presente número deseamos dar a nuestra revista una triple función: científica, informativa y bibliográfica. La primera se refiere concretamente a los artículos y avances de investigación de estudiantes y docentes; la segunda, a difundir
documentos y hechos de la vida de la carrera (en este caso, resoluciones dictadas en la presente gestión) y la tercera a recuentos de materiales documentarios (en este número, un inventario preliminar de las tesinas y tesis defendidas en la Carrera). Esperamos las críticas constructivas de nuestros colegas y estudiantes para seguirperfeccionando nuestra Revista.
José Roberto Arze