dc.description.abstract | El Presidente Evo Morales, apenas fue Presidente, se distanciaba claramente de los medios de comunicación, incluso llegó a decir que algunos de ellos eran sus enemigos. Se instalaba una paradoja ya que el dirigente cocalero creció y se fortaleció políticamente gracias a la cobertura que le dio casi toda la prensa durante los gobiernos denominados "neoliberales" y que los directores de las empresas mediáticas no aplicaron ninguna censura ni para Morales ni siquiera para Alvaro García Linera que desde la cárcel, cuando estaba acusado por terrorismo, evitaban canalizar sus opiniones, a través del periódico La Razón. Indiscutiblemente, los medios intermediaron en la acción que llevó a Evo a ser el referente de la representación popular en Bolivia, aunque habría que precisar que no fueron ellos quienes crearon ese líder político; los periodistas que intervinieron en su ascenso, apenas lo incubaron sin saber a dónde iba a llegar. En resumen la discusión mediatizada de lo político dejó de ser electoral y se transformó en el foro del conflicto social que visibilizaba la diferenciación racial. La estrategia de confrontación y la polarización desde 2006 entre dos visiones diferentes de país, permitió establecer al campo mediático una dimensión de mayor relevancia en la dinámica del poder. Es importante resaltar que está pugna mediatizada no se inicia en 2006, sino es un proceso que se fue desarrollando los últimos años antes de la posesión de Evo Morales como Presidente de la República, pero que se visibiliza o se amplifica en mayor medida porque los medios de comunicación privados toman partido por una u otra opción, alineándose a la bipolaridad que trajo todo este proceso complejo. El campo de los procesos y medios de comunicación masiva fue reorganizado en función de las necesidades del nuevo proyecto político, pretensión hegemónica que demanda una alta proactividad gubernamental, que como en ninguna otra gestión, el MAS logra no sólo equilibrar, sino que va más allá y con ello logró acorralar a la oposición que se desbandó, luego del desmantelamiento del grupo armado en Santa Cruz con fines separatistas y la aprobación de la nueva Constitución. No sólo se investigó la estrategia de enfrentamiento mediático que utilizó el gobierno para doblegar a la oposición radical, sino que se recurrió al análisis del discurso ideológico propuesto por Teun van Dijk, en los que se demuestra en cuatro discursos de Evo Morales, desde 2006 a 2009, el grado de confrontación con la oposición utilizando estructuras discursivas que permiten desentrañar las expresiones de auto presentación positiva y una presentación negativa del otro. | es_ES |