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dc.contributor.authorVargas Aramayo, Romulo
dc.contributor.authorFernández Quisbert, Ramiro (Tutor)
dc.date.accessioned2016-07-04T15:10:59Z
dc.date.available2016-07-04T15:10:59Z
dc.date.issued2013
dc.identifier.urihttp://repositorio.umsa.bo/xmlui/handle/123456789/6742
dc.description.abstractDespués de la segunda Guerra Mundial la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó planes para la recuperación de los países devastados por la guerra. Para llevar cabo las tareas económicas se crearon organismos multilaterales, con el fin de reorganizar el comercio y las finanzas internacionales. Una de las instituciones instauradas para América Latina fue la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que tuvo la tarea de solucionar los desajustes económicos. La estrategia no liberó de la dependencia, sino más bien, originó elementos nuevos y más fuertes al control y a la influencia del exterior, mientras que al mismo tiempo contribuyó a que persista la desigualdad del proceso de desarrollo. El periodo de 1950 a 1970 fue considerado, la época de oro, porque se impulsó el sistema monetario apoyado en tipos de cambios sostenidos por el dólar, el cual tuvo una relación fija con el oro. El nuevo sistema monetario hizo emerger un conjunto nuevo de recursos de cooperación o ayuda para el desarrollo, el principal “donante” prestamista era Estados Unidos de América (USA). La inversión directa norteamericana en el exterior fue de 80%. La concentración del poder económico en 1962 equivalió a 419.000 empresas más pequeños de las 20 empresas más grandes. La época de oro se deterioró por diferentes causas, las presiones inflacionarias impulsadas desde 1965, debido a la aplicación de una fuerte política fiscal expansiva en los Estados Unidos a consecuencia de la guerra de Vietnam. El desplazamiento del capital bancario de Estados Unidos de América a Europa originó el euromercado de dólares. Los precios se elevaron de 1% en 1964 a 5.75% en 1970 y las autoridades norteamericanas decidieron abandonar el sistema de cambio en agosto de 1971. Otro factor que contribuyó a la crisis fue la elevación del precio del petróleo. La transnacionalización del capital financiero originó una fuerte competencia entre los bancos privados para colocar capitales en mercados que no ofrecían seguridad. En la década de los setenta fluyó a América Latina el capital financiero no controlado de bancos privados y los créditos se convirtieron en la deuda externa. La economía boliviana desde la segunda mitad del Siglo XX tuvo las siguientes características. “La marcha de la economía nacional durante este periodo se caracteriza por la alternancia de fases de recesión, de depresión y expansión que se combinaron con fases de aceleramiento inflacionario y disminución de precios” . El fenómeno económico era debido a la creación de una estrategia de desarrollo contenida en el plan Bohan. Desde 1952 a 1957 la economía experimentó una depresión y una alta inflación, pues la Revolución Nacional estimuló a satisfacer las demandas reivindicativas de los trabajadores y de la clase media. Las empresas estatales operaron con déficit, y con relación a los factores externos sucede que entre 1951 y 1958 el precio del estaño se contrajo a 26% disminuyendo los ingresos por exportación. Desde el año 1953, Estados Unidos comenzó a brindar una asistencia económica a Bolivia, pero en la situación en que se encontraba amenazó con suspender la ayuda. El gobierno tomó medidas en la fijación en un solo tipo de cambio, en la liberalización de las transacciones externas, en la supresión de las importaciones subvencionadas y en la eliminación del control de precios y de la pulpería barata en la minería. Las medidas fueron positivas, pero la parte industrial se contrajo, porque antes el sector petrolero recibía divisas preferenciales en el presupuesto para la inversión. Para lograr la estabilidad macroeconómica el Estado accedió a la cooperación extranjera. La deuda externa entre los años 1950 a 1956 subió a US $ 44 millones. El crédito vino principalmente de EXIMBANK y de la Argentina. La institución deudora que captó el 53.37 % fue la Corporación Boliviana de Fomento (CBF), y el segundo acreedor fue el gobierno central que recibió crédito proveniente de Argentina. El primer préstamo se destinó a la construcción de la carretera Cochabamba – Santa Cruz. El segundo dinero proveniente de Argentina se consignó al financiamiento de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y a la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL). Entre los años 1957 a 1970 la deuda se incrementó a US $ 372.82 millones. En la segunda presidencia de Paz Estenssoro 1960 – 1964 creció más, pues, el gobierno John F. Kennedy estableció que existía una armonía entre los planteamientos de la Alianza para el Progreso y la política del desarrollo del gobierno boliviano. La cifra en este periodo fue de US $ 211.5 millones año. Entre los años 1960 a 1970 el promedio de la deuda continuó creciendo en un 9.55% que en valor absoluto fue de US $ 18.07 millones cifra que en promedio por año fue de US $ 1.64 millones. En la década de los setenta, Bolivia tuvo bases firmes en el plano económico. El país gozó de los créditos externos, se favoreció por la elevación de los precios del petróleo y de los minerales. Este periodo fue considerado de “perdida” porque el país no logró salir de ser mono productor de materias primas. Con el ingreso del dinero de los bancos privados a América Latina, Bolivia adquirió la deuda externa.es_ES
dc.language.isoeses_ES
dc.publisherFacultad de Humanidades y Ciencias de la Informacion. Carrera. Historiaes_ES
dc.subjectCAPITALES EN LA AGROINDUSTRIA AZUCARERA DEL ORIENTEes_ES
dc.subjectCORPORACIÓN BOLIVIANA DE FOMENTO AZUCAREROes_ES
dc.titleLa Corporación Boliviana de fomento y la inversión de capitales en la agroindustria azucarera del oriente: el caso del ingenio azucarero Guabirá, 1971 – 1978es_ES
dc.typeThesises_ES


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