Contradicciones de discursos y realidades respecto al trabajo: chicheras en la ciudad de Oruro 1900 -1930
Fecha
2013Autor
Cazas Aruquipa, Luisa Andrea
Tutor
Cajías de la Vega, Magdalena, Tutora
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
El siglo XX dio inicio con uno de los hechos más catastróficos para la humanidad, la Primera Guerra Mundial, un evento bélico en el Viejo Mundo en el que 32 países se vieron directamente involucrados. En Bolivia, su efecto más contundente fue el alza de las exportaciones de estaño. Dado que en los campos de batalla los soldados consumían alimentos en conserva, "el auge de la hojalata y de otros usos industriales del estaño despertó a Bolivia a una nueva era" (Capriles; 1977:115). Debido a la creciente demanda de estaño, los centros productores de este mineral se vieron fuertemente afectados y tuvieron que extremar esfuerzos para responder al nuevo requerimiento. Como resultado de este importante movimiento económico, la ciudad de Oruro, capital del departamento donde se encontraba uno de los más importantes centros de explotación de estaño, cobró una vitalidad muy diferente a la que había mostrado durante el siglo XIX. En consecuencia, para principios del siglo XX en Bolivia se suscitaron migraciones extranjeras dedicadas al comercio de las importaciones; se abrieron consulados extranjeros europeos y sudamericanos, y se desarrolló un inusitado como positivo movimiento urbano al conjuro del pensamiento reinante del momento: la modernidad. Concretamente en la ciudad de Oruro, durante los años que abarca este estudio (1900-1930), los cambios económicos impulsados por la revitalizada economía estannífera coexistían con las prácticas económicas tradicionales, tanto así, que el censo de población de 1900 evidenciaba una población orureña urbana que se desenvolvía en la actividad minera, en el comercio, en la artesanía y en las labores agrícolas, además de una reducida tendencia hacia los oficios liberales . Dentro de las actividades artesanales -por las características y connotaciones de su oficio- destacaban las chicheras, mujeres que elaboraban y comercializaban una ancestral bebida de maíz: la chicha. Dentro de la visión de la "sociedad moderna" , las chicherías, lugares de expendio de aquella suerte de elixir, eran concebidas como un obstáculo más para alcanzar los anhelos de progreso y modernidad, justificativo con el que sus detractores pretendieron orillarlas a los márgenes de la ciudad. Sin embargo, en medio de la febril exigencia de su faena, las chicheras creaban relaciones sociales importantes, y aunque siempre estuvieron conscientes de la dualidad del juego entre el poder y la vida al margen de las estructuras de ese poder, no sólo persistían, sino que a pesar de los cambios económicos en Oruro, aumentaban en cantidad y se transformaban para satisfacer la exigencia de los nuevos retos, tanto con innovaciones en la preparación y en las formas de expendio como en la incorporación de la legalidad en la venta de su producto. Las chicheras lograron, de ese modo, hacer valer su poder económico.