Dimensión étnica y de clase del movimiento indígena originario del área andina durante el sexenio 1946-1952
Abstract
Dentro de la historia del siglo XX, nuestro país vivió importantes procesos de transformación al igual que los demás países de América Latina, como ser México en 1910 y Cuba en 1959, En Bolivia, los efectos más sobresalientes ocurrieron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, tanto en el aspecto político, económico y social como en el ámbito cultural. En ese proceso, La Paz fue la primera ciudad de Bolivia durante todo el siglo XIX y en 1900 pasó a ser sede del gobierno nacional. Su dinámica urbana se vería consolidada muy pronto por el nacimiento de la economía del estaño y sería aprovechada por los gobiernos liberales. A mediados del siglo XX, la sociedad boliviana atravesó una profunda crisis política, económica, social y cultural que afectó de manera paulatina a los sectores populares, sobre todo a los indígenas-campesinos en nuestra sociedad. La mala administración de la economía nacional fue provocada por la concentración de los capitales en manos de los magnates de la minería, entre ellos: Patiño, Hoschschild y Aramayo, quienes, amasaron grandes fortunas que los ubicaron entre los más poderosos potentados del mundo. Asimismo, la II Guerra Mundial en el ámbito internacional, y en el país, la creciente expansión de las haciendas, la Guerra del Chaco y la reacción de diversos sectores sociales fueron algunos de los factores que coadyuvaron en el debilitamiento de la economía nacional. La crisis desembocó en trágicas masacres de indígenas campesinos con la intervención de las Fuerzas Armadas de los gobiernos de la época; incluso, todos los dirigentes y varios cientos de miembros de las bases fueron echados de las minas y un número considerable acabó en la cárcel, en el confinamiento y en el exilio; en medio de ese panorama fatídico, las empresas no tuvieron escrúpulos para imponer sus condiciones. No fue sino durante los gobiernos de Villarroel, Hertzog, Urriolagoitia y Paz Estenssoro entre 1946 y 1952 —periodo que abarca este estudio— que el movimiento indígena campesino logró impulsar importantes cambios, como las reivindicaciones sociales, culturales y particularmente organizativas y políticas.