| dc.description.abstract | La alta tasa de desempleo y los efectos de los cambios estructurales llegaron con mayor intensidad a la población con discapacidad, sumergiéndolos a vivir en situaciones de pobreza y extrema pobreza, hecho que constituye la forma más extrema de exclusión. De acuerdo a la investigación realizada por el defensor del pueblo el 62.7 % de la población con discapacidad es pobre, de ello, al menos el 14.4 % vive con un dólar al día, el 39% vive en la indigencia, 97% no recibe ningún tipo de educación, ni cuenta con un seguro de salud a corto plazo y viven sin oportunidades para el desarrollo individual como seres humanos. A este hecho se suma, la inestabilidad laboral, la baja calificación de la mano de obra, los bajos ingresos económicos y los trabajos precarios. El trabajo se constituye en un derecho fundamental de las personas por que permite vivir con dignidad y genera condiciones para un desenvolvimiento social normal para el desarrollo del potencial humano, el ejercicio de ciudadanía y de la autonomía personal a su vez permite contribuir a la sociedad, aportando a la creación de riqueza. Estos instrumentos legales obligan a las entidades públicas, a contratar personas con discapacidad, en un promedio del 4% del total empleados. | es_ES |
