dc.description.abstract | LA POBREZA FORMA PARTE del núcleo central de problemas que
cuestionan la legitimidad de los sistemas económicos, políticos y
sociales en América Latina y el Caribe. Una gran parte de la población
tiene limitado su acceso a los bienes y servicios básicos, quedando
relegada a los márgenes de la sociedad o directamente excluida de sus
beneficios. A comienzos del siglo XXI, el 44% de la población regional
(esto es, más de 220 millones de personas) vivía en condiciones de
pobreza, mientras que más del 19% de la población (casi 100 millones
de personas) vivía en condiciones de pobreza extrema o indigencia
(CEPAL, 2004). En este contexto, la pobreza y la desigualdad aparecen
como las principales deficiencias del régimen político en la región,
incluso en los términos habitualmente mesurados del lenguaje utiliza-
do en las publicaciones de los organismos internacionales. Un estudio
sobre “La democracia en América Latina” del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo encuentra que tanto la pobreza como la
desigualdad se conjugan para impedir que los habitantes de esta parte
del mundo se expresen como ciudadanos con plenos derechos y de
manera igualitaria en el ámbito público, influyendo sobre una opinión
que mayoritariamente cuestiona la eficacia de la democracia para
resolver cuestiones básicas del desarrollo económico, político y social. | en_US |