Pinturas 2000 - 2004

Abstract

El artista boliviano Raúl Lara (Oruro. 1940), se ha distinguido por la calidad simbólica de su figuración y por el contenido eminentemente social de sus representaciones. Su trabajo no pretende, sin embargo, reflejar con exactitud las formas texturas y colores del mundo real, sino expresar el mundo interno de los habitantes de su país y por extensión de América Latina: el entorno sicológico en que se desenvuelve la vida en nuestro continente. Lara ha pintado escenas de la " ida urbana en la región andina en las cuales combina elementos realistas y contemporáneos con los aspectos proporcionados por su memoria e imaginación. En su obra puede reconocerse un claro sincretismo conformado por las tradiciones pictóricas del viejo mundo y las tradiciones sociales del pueblo boliviano pudiendo afirmarse por lo tanto que su trabajo encarna la vieja aspiración de un arte con raíces en ambos lados del océano en el cual se conjugan amplios conocimientos de la historia del arte occidental con la sabiduría ancestral de nuestros pueblos aborígenes. A este respecto ha afirmado la crítica e historiadora Teresa Gisbert que Su pintura "rompe con los esquemas demagógicos de una realidad manoseada y superficial que pretende dar vigencia a procesos históricos cerrados. Es el grito del pueblo que habita las ciudades, lejos del campo y de las minas; es el campesino r el minero que se ha hecho ciudadano y vive sus mitos a margen de la sociedad seudo-occidental totalmente estandarizada" También el crítico Alfredo Torres (Uruguay) se ha referido a este mestizaje de sus concepciones pictóricas afirmando que sus imágenes que ofrecen una curiosa simbiosis de comportamientos. Está en ellas el indio boliviano que permanece fiel a sus diablos•.las fiestas que conjugan la vieja religión ancestral con la que impusiera el dominador español. También el indio que se aferra a sus rutinas cotidianas a Su paisaje. Paisaje que Lara transmite incidentalmente por el vano de una ventana por el reflejo de los lentes' Su pintura se desarrolla generalmente en espacios cerrados donde la luz penetra por puertas y ventanas permitiendo Identificar extraños personajes que reflejan en SUS facciones, a veces bastante robustas y un tanto grotescas y a veces infantiles y con miradas que parecen provenir de otra realidad, un drama no muy explicito entre onírico y finalmente. La representación de estas figuras varía notablemente puesto que en algunas oportunidades se t rata de seres de carne y hueso, a pesar de la ingravidez que les permite desplazarse por el aire, y en otras ocasiones parecen seres imaginarios, ángeles transparentes con el poder de materializarse o desaparecer entre las veladuras del acrílico y los detalles de las escenografías. Raúl Lara hace gala de una gran variedad de recursos técnicos pudiendo Identificarse en una sola obra, por ejemplo: un énfasis expresionista en las distorsiones y un realismo minucioso y exigente: áreas que se diluyen ¡ricamente en sugerencias lumínicas y la sólida contundencia de las construcciones; gestualidad espontánea y concentración reflexiva; detalles abigarrados y grandes espacios vacíos. El artista es así mismo un perceptivo dibujante de línea fina y segura que, combinada con manchas oscuras o translucidas, le permite por igual plasmar que sugerir. Su obra es un destacado ejemplo de la imaginación con que los artistas andinos han abordado la expresión de su contexto y experiencias a través de la pintura,