El discurso de la prensa nacional respecto a los grupos subversivos en Bolivia, entre 1988 y 1992
Fecha
2018Autor
Córdova Vocal, José Wily
Tutor
Orgáz Garcia, Mirko, tutor
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Entre 1985 y 1991, en Bolivia insurgieron los grupos FAL-Zárate Willka, ELN-CNPZ y el EGTK, reivindicando la lucha armada como un “discurso” de violencia contra la nueva política económica que comenzó a implementar el MNR con Víctor Paz Estensoro, mediante el DS 21060. Un proceso de transición política violenta del nacionalismo revolucionario hacia el neoliberalismo. A partir de 1985, no sólo cambiaron las creencias políticas sino también los valores, la pérdida de credibilidad de las ideologías, de las utopías.
La prensa nacional informó con énfasis las acciones armadas que emprendieron públicamente estos grupos; del mes de agosto de 1988 a julio de 1992 (caso Zárate Willka), de octubre a diciembre de 1990 (caso ELN-CNPZ) y de junio de 1991 a octubre de 1992 (caso EGTK). El objeto de estudio de esta tesis son los editoriales de Última Hora, de La Paz; Los Tiempos, de Cochabamba, y El Deber de Santa Cruz.
Estos periódicos, que se declaran independientes, expusieron en sus páginas un discurso que se adecuaba al interés general de clase de sus propietarios o principales accionistas. Enunciando la defensa ¬de la democracia, libertad y defensa de los derechos humanos, plantearon un discurso político e ideológico de defensa y consolidación del emergente sistema político que vivía el país en la consolidación del neoliberalismo, de cuya terciarización económica fueron beneficiados los principales medios de comunicación privado.
En esas condiciones sociales de producción del discurso, porque su estructura de propiedad determina el discurso que emite públicamente, la prensa jugó un papel importante para direccionar la opinión pública, distorsionando o conceptualizando como delincuencial y terrorista el accionar de los tres grupos subversivos; y, por otro lado, victimizando al Gobierno y al sistema político vigente como el ideal para los bolivianos.
Así, la prensa nacional planteó un discurso prejuicioso, semantizando terrorismo con sensacionalismo.