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dc.contributor.authorEspacio Simon I. Patiño
dc.date.accessioned2012-10-16T21:27:39Z
dc.date.available2012-10-16T21:27:39Z
dc.date.issued2012-10-16T21:27:39Z
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/123456789/2162
dc.description.abstractEdgar Arandia Quiroga siempre anda en busca de cambios, rompimientos en su arte. Según sus propias expresiones, siempre hay crisis en la creación artística; no una crisis existencial sino de expresión. "Cuando un trabajador del arte piensa que una etapa ha sido enterrada hay que empezar otra. Ahí se produce una crisis, una crisis creativa, destruyes lo que has hecho para construir otra cosa, pero en base a lo que has construido durante toda tu vida". Pero todo tiene un hilo. Una ida y una vuelta. Empezó su carrera con el "realismo lírico" de Chagall, después de un expresionismo social, continuó cantando la magia de la vida, de la pareja, y llegó a las expresiones simbólicas indígenas (la nueva pasión). Ahora se acerca a un mundo que le atrae terriblemente. Siguiendo lo que empezó con las ñatitas, está ocupado en desentrañar el momento de las hierofanías de la naturaleza respecto a las divinidades que hay en el mundo. No se limita en absoluto a ningún material, hace óleo, acuarela, gouache, grabado, cerámica, escultura, vale "todo lo que raye, corte, manche, pinte". Ahora, cuando "hay una especie de hipermercado de materias a veces inservibles, estoy volviendo al origen de los pigmentos, yo me estoy fabricando mis pigmentos, quiero sentir cómo hacían los hombres de la Isla de Pariti (en el Lago Titicaca), cuando vivían en la época de la cultura tiwanacota. Y he visto preparar el óxido, en la comunidad chaqueña de Tentayape, para pintarse las caras en el arete guasú (fiesta grande del carnaval). Eso estoy sintiendo ahora, cómo es fabricarse sus propios colores". En su última etapa trata de que la pintura se exprese por sí sola. Muy rara vez ha pintado a partir de fotografías, de anécdotas, ilustraciones, sino lo ha hecho a partir de sentimientos muy ligados al éxtasis, para ver que hay otros mundos pero que están en éste. (¿lo dijo Eluard?). Es un pintor al que le gusta inventar seres nuevos, paisajes nuevos. En cambio, el estilo del hiperrealismo le parece más un virtuosismo, una destreza, y no le atrae mucho. Lo más difícil en el arte es crear mundos que nadie ha visto.en_US
dc.language.isoesen_US
dc.subjectARTE BOLIVIANOen_US
dc.subjectARTISTAS BOLIVIANOSen_US
dc.titleChamico Edgar Arandaen_US
dc.typeBooken_US


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