Cancillería y centro cultural de la Embajada Griega

Abstract

El planteamiento de un espacio que responda a las vertientes de la cultura griega y esté al servicio de su comunidad, implica necesariamente, la construcción de un establecimiento arquitectónico que engloba a la Cancillería y Centro Cultural. Nuestro país fue un importante receptor de migrantes que se asentaron hacia la década de 1930; la economía boliviana fue un atractivo para el rápido establecimiento de los ciudadanos que hicieron de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Tarija, formando de esta manera la Colectividad Helénica Boliviana, la cual permanece y se halla en constante crecimiento hasta nuestros días. Esta organización ha tenido una actuación crucial en las relaciones bilaterales, ya que por motivos adversos al cierre de la embajada en nuestro país, se dispuso de un Cónsul honorario para el cumplimiento de sus funciones con sede propia, de este modo es que, por la actuación de las políticas en el país, ambas naciones forman parte en la actualidad, del Foro Ministerial de Civilizaciones Antiguas, grupo en el cual se estrechan nuevamente las manos para reestablecer las relaciones diplomáticas a través del intercambio de las Cartas Credenciales en septiembre del pasado año, y a la espera de una pronta respuesta para el inicio de sus labores dentro de nuestras fronteras. El proyecto tiene como finalidad, concentrar todas las actividades de la Cancillería y el Centro Cultural dentro de un mismo Complejo arquitectónico. De este modo es que se dispone de Oficinas Consulares y de la Embajada Griegos, con las actividades determinadas de administración pública de servicio y la difusión de la cultura, respectivamente. Por otro lado, surge como complemento, el Centro Cultural, que a respuesta de la iniciativa de la embajada, pretende impartir conocimiento y desarrollo en temas de educación (Programas de idiomas, Becas de Pre y Post – Grado), para cualquier ciudadano. Para ello se ha determinado la concepción del espacio público como parte importante en correlación con el territorio urbano que lo rodea, y disponiendo del mismo en calidad del Ágora de las antiguas Polis griegas. El programa arquitectónico es un resultado del estudio de modelos análogos similares, por lo que se ha decidido realizar la organización del espacio de acuerdo a la importancia de cada una de las actividades que intervienen. Son cuatro las áreas que conforman el complejo, Azul para la Cancillería, Naranja para el Centro Cultural, Guindo para el restaurante y amarillo para el servicio. El primero con ubicación al norte de lugar de intervención y con sus espacios aislados de la vía principal. El patio es una apertura a la realidad urbana y su importancia en la actualidad, suspendido por columnas, el centro cultural, dispone de salas multifuncionales de fácil acceso motriz, aulas, audiovisual y biblioteca, ésta ubicada al sur. Ambas torres con la propuesta de su cerramiento en Concreto Translucido, material que permite el paso de la luz disipándola como un filtro para la comodidad de quienes se hallan dentro. Los griegos fueron los pioneros en el desarrollo de las relaciones sociales, de la convivencia en espacios abiertos, pero también al momento de compartir el arte culinario, de este modo, es que se cuenta con un restaurante de base circular y con cerramiento de vidrio, incrustado en un pozo inglés que hace alusión al encierro del minotauro en su laberinto. Finalmente, se torna del área de servicio, bloque que está dispuesto como conector de la Cancillería y en centro cultural, contando con todas las condiciones para el buen funcionamiento del edificio en su totalidad (Sanitarios, depósitos, ductos de instalaciones y basura, ascensores de servicio, gradas de emergencia y limpieza). La experiencia sensorial del proyecto está pensada desde el punto de vista de la importancia de la transparencia para la demostración pura del cuerpo como tal, partiendo de dicho principio con la abstracción de un juego de las correcciones visuales que se han denotado en distintos puntos ya determinados.