CEDEIM: ¿Incentivo al Exportador o Instrumento de Financiamiento?

Abstract

la globalización, fenómeno inevitable en el ejercicio del comercio, sedujo al empresario nacional, mostrando un interminable mercado a conquistar tras las fronteras del país. el avance vertiginoso de la ciencia y la tecnología son producto de la capacidad creativa y el sentido de la imaginación del hombre quien ha logrado superar los horizontes de lo imprescindible. el comercio internacional ha logrado alcanzar su máxima expresión con la conformación de bloques económicos a través de los procesos de integración económica, especialmente en américa latina. la apertura y conquista de nuevos mercados en el comercio de bienes y servicios ha generado nuevas oportunidades y perspectivas de crecimiento para las agentes económicas del sector de la industria y el comercio. el comercio exterior constituye el termómetro imprescindible de la política económica de los estados, y, sin la participación interactiva de las unidades generadoras del sistema económico serian varios los esfuerzos de querer transitar por los caminos de la excelencia y competitividad. respondiendo a esta tendencia mundial de los países de incentivar las iniciativas exportadoras fomentando sus inversiones y facilitando su acceso a este mundial mercado, el estado bolivia ha desarrollado una serie de incentivos y facilidades que permiten presentar los productos nacionales con una cierta capacidad competitiva en el exterior. uno de estos mecanismos de incentivos es el cedeim, o sea la devolución de impuestos que intervienen en la actividad exportadora, que periódicamente es presupuestada por el estado, estos recursos son generados en una buena parte por los impuestos que todo el universo de contribuyentes paga. de un tiempo a esta parte el estado ha entrado en una fase importante de mora en la devolución de impuestos al sector de los exportadores, esto en parte porque el monto presupuestado no estuvo de acuerdo al monto de las exportaciones que rebaso lo presupuestado en el año pasado. es más, la gestión pasada se han generado otros mecanismos que favorecen a los exportadores, por ejemplo, la importación de bienes de capital con cero de aranceles, el pago diferido a 10 años del impuesto al valor agregado y el gravamen arancelario por importaciones; además se formalizaron algunos instrumentos, como las zonas francas industriales y comerciales, con el afán de convertirse en otra opción para los industriales exportadores. pero pese a estos esfuerzos del estado por generar nuevos escenarios alternativos a las devoluciones impositivas la cartera de devolución se va incrementando, convirtiéndose en una obligación extra para el estado. el estado devolvió 440 millones de bolivianos en cedims en la gestión 2004, pero esta rezagado en el pago de 220 millones de bolivianos, esta deuda correspondiente a la gestión 2004, que no estaba contemplada en el presupuesto, este rezago tiene su origen en que no se había previsto que las exportaciones de 2004 superarían los 2.00 millones de dólares. una vez efectuada la exportación, se devuelve ale exportador el crédito fiscal del impuesto al valor agregado correspondiente a los costos y gastos por concepto de importaciones definitivas o compras de bienes en el mercado interno (bienes de capital. insumos, contratos de obras o prestaciones de servicio) relacionados directamente con la actividad exportadora. el limite máximo de devolución del crédito fiscal es el equivalente al 13% del valor fob de exportación. si bien es muy importante la participación de las industrias exportadoras dentro de la economía del estado y por tal razón este se ve en la necesidad de generar espacios e instrumentos beneficiarios a este rubro, pero de ahí a que el estado se convierta en una ente financiador de estas industrias se convertiría en una aberración.