"La negligencia de los dueños de canes y la responsabilidad civil"
Fecha
2011Autor
Zeballos Itamari, Marlen Rosario
Tutor
Escobar Alcón, Constantino, tutor
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
La falta y ausencia de normas jurídicas claras y específicas sobre la tenencia
y
crianza de perro ha hecho que en nuestro país aumente
indiscriminadamente la población canina y al mismo tiempo que perdure la
rabia canina, poniendo en peligro la salud pública, esto cada año va en
aumento en la ciudad de La Paz.
Al mismo tiempo, si bien los nueve departamentos del país tienen sus
propias Ordenanzas municipales
sobre la tenencia de animales,
lamentablemente solo tres departamentos cuentan con perreras municipales.
En el resto de los departamentos solo existen normas teóricas, las cuales se
quedan en papeles por la actuación de organizaciones que “defienden los
derechos de los animales” y también por la negligencia de sus respectivas
autoridades.
En relación a las instituciones de defensa de los animales, éstas tendrían
que repensar su actitud hacia el “principio de vida”, porque éste solo se ha
convertido en una excusa para fomentar la proliferación de canes
vagabundos y otros, que luego de ser rescatados de las calles son
encerrados en pequeños cubículos, donde también padecen sufrimientos, o
en su defecto son nuevamente librados a su suerte por falta de alimentos y
de suficiente espacio.
La seguridad de la salud pública es afectada por los perros vagabundos,
callejeros y por aquellos que tienen dueños que han confundido la vía
pública y el ornatos de la ciudad de La Paz con baños públicos de los perros,
esto a consecuencia de la carencia de programas educativos sobre la
responsabilidad de adquirir, criar y controlar la procreación de los perros en
función a un equilibrio de su población, que no afecte al medio ambiente y a
la salud pública.
Es necesaria una ley específica que combata el exagerado individualismo al
que se ha llegado en la ciudad y se imponga con una razón muy
fundamentada el principio comunitario. Principio que desde nuestros
ancestros ha cuidado y fortalecido el respeto a la madre tierra, a todos los
organismos vivos y por ende a la salud de la comunidad en su conjunto.
Finalmente que nuestra falta de responsabilidad, no permita que convirtamos
al perro, mejor amigo del hombre, en un juguete temporal que con el tiempo
se vuelva en su peor enemigo.