Implementación del riego tradicional optimizado para disminuir los efectos nocivos en la salud de los agricultores y sus familias que utilizan agua de reúso en riego de sus sembradíos, comunidad de Avircato, Municipio de Mecapaca de La Paz, 2017-2018
Resumen
Frente a la gran escasez de agua potable, surge la necesidad de recurrir a otras fuentes hídricas, aguas residuales domésticas. El empleo informal de aguas negras para el riego agrícola, bien de forma directa o diluida en cauces naturales, es una práctica habitual en Bolivia. Dado que la expansión urbana es geométrica genera un aumento proporcional de la demanda de agua para usos domésticos e industriales, para la satisfacción de dicha demanda, en muchas ocasiones, se absorbe la oferta para riego de aguas residuales en el sector de rio abajo. En este escenario el reúso de aguas residuales se produce de hecho para compensar la falta de recursos hídricos no contaminados y los altos costos de las plantas de tratamiento, que han creado una barrera para la implementación del reúso de aguas residuales tratadas. Los ciclos de reúso son claves para poder vivir bien con agua disponible; la misma agua puede ser utilizada varias veces dentro de un ciclo, como es el caso de las aguas tratadas utilizadas para riego agrícola, que terminan recargando los acuíferos. Cada litro reutilizado reemplaza la necesidad de importar agua ó sobreexplotar los acuíferos. La gestión de los ciclos de reúso requiere de una fuerte participación por parte de los usuarios, empezando con la valoración del adecuado uso de este recurso, el desarrollo de estrategias para evitar la contaminación de los usuarios del mismo con la aceptación de su adecuada utilización. La reutilización es una práctica que viene desarrollándose desde hace más de 2000 años, bien sea de modo organizado, espontáneo, directo o indirecto.