Centro ceremonial para el Santuario de Chaguaya
Fecha
2014Autor
Maydana Quispe, Edgar
Yépez Mariaca, Augusto (tutor)
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
La percepción subjetiva de la fe y devoción de los feligreses hacia las advocaciones marianas han constituido diversas festividades, en gratitud a las plegarias concedidas, verdaderos enjambres humanos van acrecentando el sentido espiritual de las personas. Esta creencia religiosa heredada de la Iglesia Católica conjunto al sistema colonizador fue cundiendo en una suerte de amalgamación con las prácticas religiosas y culturales de los pueblos indígenas, este fenómeno de aculturación dio lugar al sincretismo religioso muy particular de los países con ascendencia indígena. La figura de María en el mundo, y en Latinoamérica en especial, mantiene una vitalidad antropológica, espiritual y eclesial que ya es parte de la cultura y de la historia de los pueblos y que ayuda a mantener la cotidianeidad de la identidad cristiana y la práctica de los valores humanos como de la Fe. Muchas festividades marianas ahora son parte de una tradición y/o identidad cultural de una región y/o municipio, como la festividad de la virgen de Chaguaya (patrona de los Chapacos) celebrada en honor a la Virgen María. Diversos feligreses la consideran milagrosa, porque cuentan, que, casi siempre escucha sus plegarias, muchos deseos fueron concedidos, es por eso muchos creyentes encomiendan su esperanza con fe y devoción.“Si la Mamita de Chaguaya lo permite…” es el dicho popular de los tarijeños cuando se trata de expresar la esperanza en el quehacer diario o algún hecho que requiere esfuerzo; y es que la fe, religiosidad y tradición se encuentra arraigada en la devoción de la Virgen María. La importancia creciente de la feligresía hacia los santuarios de advocaciones marianas en las regiones, tiene una especial visibilidad en los santuarios dedicados a la Virgen María, muchos de ellos ubicados en zonas de montaña, valles y llanuras (fuera de los centros urbanos) por motivos fundamentalmente históricos. La masiva afluencia de creyentes, visitantes y turistas a estos lugares genera a su alrededor una demanda de hostelería (alojamientos, restaurantes, cafeterías, parqueos, baños y comercio efímero, etc.) que no resulta fácil armonizar con criterios de sostenibilidad. Muchos santuarios son el tercer destino turístico, tanto por su construcción, localización, valor histórico y/o actividad cultural, que priman los criterios de desarrollo local y regional, por su generación de actividad económica en el propio sitio y lugar, manteniendo en paralelo un espacio de atracción religiosa y cultural. Lo que avizora una planificación espacial de la infraestructura religiosa y hostelera etno-eco-turística sostenible arraigada en las localidades ubicadas en las cercanías del centro de peregrinaciones.