Una de las formas de las relaciones laborales es el trabajo del hogar o trabajo doméstico. En nuestra legislación se regulaba hasta el año 2003 en un capítulo muy sucinto de la Ley General del Trabajo. Luego de un largo proceso de maduración y lucha sindical y social, las trabajadoras del hogar impulsan la aprobación de una ley que regula de manera específica este tipo de trabajo. Si bien la Ley No. 2450, titulada, Ley de Regulación del Trabajo Asalariado del Hogar, contiene importantes avances en la regulación y protección de estas trabajadoras, en los hechos se puede constatar que esta norma tiene una aplicación ínfima, es decir, que su eficacia jurídica es mínima. Las causas son muchas y muy complejas. Sin embargo se pueden adoptar una conjunto de medidas tanto normativas, administrativas y de otra índole que se reflejen en una aplicación más efectiva, en una mayor eficacia de esta norma, que permita mejorar las condiciones materiales de trabajo del amplio sector de quienes prestan este servicio.