Los objetivos del desarrollo como marco de la política tributaría
Fecha
2005Autor
Ali Calle, Ruddy
Tutor
Pérez, Luis Fernando, tutor
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Las cuestiones del desarrollo y crecimiento económico obligan a los gobiernos de los paises en desarrollo a distraer el consumo sobre todo el sector privado, gran proporción de recursos, a fin de invertirlos en la infraestructura económica y social necesaria para el desarrollo, la tarea es difícil pues es bajo el ingreso por habitante y elevada la proporción media al consumo. Por lo tanto, antes de evaluar la capacidad o potencial fiscal de las economías en desarrollo es preciso llegar a un acuerdo sobre cuestiones de política fiscal, ya que ellas implicaran asignarle distinta importancia a los principios tradicionales aceptados en las discusiones económicas realista a la tributación. Evidentemente todos los gravámenes tiene por razón principal la necesidad del gobierno de allegar fondos para cumplir las funciones del estado. En los paises en vías de desarrollo y en especial nuestro pais, los problemas de la tributación deben enfocarse no solo en relación con las funciones de legislación, manteniendo el orden público y educación de que se ocupa directamente el gobierno, sino también a los fomentos de desarrollo económico auspiciados por el gobierno y los sectores privados. La participación relativa de ambos sectores puede variar de un pais a otro, pero el objeto de desarrollo económico es común para todos los paises. En medida que se busque la cooperación de sector privado, empresarios, empleadores, agricultores, asalariados, el asunto de los incentivos importa para discusión de los problemas tributarios. En otras palabras habrá que tener en cuenta el efecto de medidas impositivas determinadas y de todo el sistema tributario sobre la dirección y la eficiencia de las inversiones del capital y lo esfuerzos individuales. Mas que los problemas tributarios las consideraciones de equidad. El gobierno ha de recaudar ingresos fiscales, de tal suerte que se atenúe la desigualdad, que se supone objetivamente que es concomitante al régimen institucional existente para compartir (y heredar) los ingresos y la riqueza. Por tanto la evaluación de un sistema fiscal supone una mezcla de tres criterios a saber ingreso fiscal, es decir, transferencia de recursos al gobierno, incentivos en gran parte para el sector privado y equidad para la distribución de la carga tributaria y también de los beneficios del gasto público.