Programa de manejo del estrés académico producido por la pandemia Covid en adolescentes de 3ro de secundaria de la Unidad Adrián Castillo Nava-B
Abstract
Producto de la pandemia por el Covid-19 surgieron cambios en la educación, pasando de la educación presencial a la virtual, lo cual develó las deficiencias existentes en infraestructura tecnológica y el manejo de plataformas virtuales; este cambio afectó a los estudiantes ocasionando estrés académico. Es en ese contexto que se realiza el trabajo de intervención en estudiantes de 3ro de secundaria de la Unidad Educativa Adrián Castillo Nava B. Trabajo desarrollado en dos fases: La primera de diagnóstico, que tuvo por objeto conocer los estresores, síntomas a través del inventario SISCO; luego se realizó el reconocimiento de los estresores, en la segunda fase de uso de estrategias de afrontamiento, donde se realizaron 4 actividades: 1) Habilidades sociales, que buscó que los estudiantes reconocieran, se apropiaran y usaran sus capacidades como estrategias de afrontamiento, haciendo énfasis en la comunicación asertiva, 2) Organización del Tiempo, que tuvo como objetivo impulsar la planeación de actividades como estrategia de afrontamiento ante situaciones estresantes, 3) Superando mis miedos, tuvo como objetivo generar acciones positivas que ayudaran a mejorar el manejo de los miedos en el salón de clase, 4) Aplicando mi conocimiento para el manejo de estrés académico, se los puso ante problemas reales que se presentan en el contexto escolar para que apliquen los conocimientos adquiridos sobre el manejo del estrés académico. Concluida la intervención, se logró que los estudiantes puedan identificar cuáles son sus principales estresores y puedan superarlos sin que afecten su desenvolvimiento escolar. Posteriormente contiene la descripción de la proyección profesional identificando que se requiere mayor atención al proceso de enseñanza aprendizaje para lograr un aprendizaje significativo. Lastimosamente la formación se mantiene centrada en el cognitivismo, pese a que tendríamos que trabajar de manera integral en las dimensiones del SER, SABER HACER y DECIDIR, recordando que el estudiante no es un objeto al que se debe llenar de conocimientos y contenidos, sino que es un ser humano, que es afectado por un conjunto de emociones, que tienen diversos problemas, intereses y habilidades.