dc.description.abstract | Un joven universitario en construcción, tanto en su integridad individual como profesional, con grupos de referencia concretos e imaginarios, debe ser el centro de las reflexiones de toda institución de educación superior, ya que este sujeto es quien enfrenta la realidad política, económica, social y educativa de un contexto específico de un país. Hoy en día los jóvenes representan un gran porcentaje de la población global total, y son ellos quienes deben adquirir competencias de toma de decisiones sólidas, críticas y acertadas para desenvolverse en la sociedad y hacer de la misma un mejor espacio de vida. Es necesario que las universidades definan criterios de formación extracurricular en habilidades blandas, tales como liderazgo, emprendimiento, inteligencia emocional, empoderamiento social y servicio desinteresado a la sociedad y sus necesidades, ya que a partir de ello una casa superior de estudios, será coherente con su relación de interacción social desde lo científico y académico, pero sobre todo desde lo humano. En este panorama el presente trabajo propone la importancia de la formación de liderazgo universitario, desde una óptica propia de las instituciones salesianas, como es la capacitación en liderazgo preventivo a jóvenes universitarios, donde el término prevención es conceptualizada en educar desde lo positivo y hacia lo positivo, anticipándose a identificar necesidades por resolver tanto de forma individual y colectiva, y dar respuesta proactiva a mejorar dicha realidad, haciendo crecer, madurar, construir y aprovechar la energía saludable que toda persona posee, en este caso de todo joven universitario; para que esta motivación –energía- conlleve al deseo de regenerar el sentido de dignidad, de la alegría de momentos gratificantes en la convivencia humana, la atracción de las cosas nobles, bellas y útiles de la vida; y orientar dichas voluntades a la construcción de un ideario colectivo de una mejor sociedad y bienestar común. | es_ES |