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dc.contributor.authorEspacio de Arte
dc.date.accessioned2013-03-20T21:00:57Z
dc.date.available2013-03-20T21:00:57Z
dc.date.issued2013-03-20T21:00:57Z
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/123456789/2549
dc.description.abstractGUSTAVO DEL RlO Es siempre grato, para un amante de lo clásico, descubrir atisbos de su espíritu en el arte contemporáneo. Así ocurre cuando uno contempla con atención la obra de Gustavo del Río. Es éste, sin duda, un artista atípico en el panorama boliviano, pues ni su formación, ni sus gustos o intereses, coinciden con los de la mayoría de artistas que habitualmente exponen en las galerías paceñas... En sus óleos, las evocaciones a la arquitectura imperial romana son una constante, tal como ya había sucedido en sus grabados de G.B. Piranessi y los caprichos de G.P. Pannini, ambos notorios artistas del siglo XVIIJ italiano. Igual que en ellos, o en obras que más tarde hiciera el romántico Fuseli mostrando al artista abrumado por las ruinas clásicas, la arquitectura con su colosalismo, hace pequeño al ser humano, recordándonos no sólo el peso inexorable del pasado sino también nuestra propia fragilidad de criaturas empero la permanencia las obras de la civilización y el ingenio.... pero junto a esta evocación clásica, sugerida tanto por los elementos arquitectónicos como por la imperturbabilidad y ritmo sosegado del caminar de sus gentes, alienta en casi todas las pinturas del artista una atmósfera onírica, ya sea por las distorsiones intencionales a las que Del Río somete la perspectiva renacentista, por los intensos contrastes de rojos y grises o por los abruptos cambios de escala que se advierten entre edificios y humanos, albergando su obra así tanto principios manieristas como los metafísicos de G. De Chirico ... (fragmento) Margarita Vila Dra. en Historia del Arte. RAMON TITO Algunos artistas insisten que el arte es un medio de expresión de su visión particular acerca del mundo. Pero, en su trabajo trasciende su ego artístico. El hombre que trabaja la roca dura de Bolivia Ramón Tito. Puede que él no vea sólo la roca que se encuentra frente a sus ojos, o el martillo y el cincel con los cuales va a trabajar; aún la forma no es tomada en cuenta. Su ego se trasciende y se olvida, conectándose con el espacio mismo en el cual producirá una "suave vibración", de la que nos invita a participar Las ondas transmiten cierto sentimiento sagrado, de maternidad, de belleza o de eternidad. Estas "suaves vibraciones" nos envuelven cuando estamos observando una escultura de Ramón Tito, y nos trasladan más allá de su ego hacia una dimensión diferente. Mi experiencia como galerista en Ginza, Tokio, me permitió tener contacto con talentosos artistas japoneses y extranjeros. Sin embrago, encontré en muy pocos una virtud creativa tan maravillosa y excepcional, como la que define el trabajo de Ramón Tito. He descubierto que sus esculturas llaman la atención de coleccionistas, principalmente extranjeros, con una variada experiencia viajera y cosmopolita, que perciben esta sensación única de "suave vibración" y que quieren en el futuro, cuando transiten o retornen a sus hogares, presentar este extraordinario talento que encontraron en Bolivia. Creo que esta exhibición debería ser una oportunidad para que los bolivianos y bolivianas descubran también a Ramón Tito y sus trabajos. y quisiera expresar mis felicitaciones a la Galería Nota y la señora Nora por este esfuerzo de apoyar y reconocer el talento de Ramón Tito. Satoru.en_US
dc.language.isoesen_US
dc.subjectARTE BOLIVIANOen_US
dc.titlePiedra y pigmento; Gustavo del Río y Ramón Titoen_US
dc.typeBooken_US


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