La Paz, ciudad idestructible
Resumen
LA PAZ CIUDAD INDESTRUCTIBLE La búsqueda de una imagen de la ciudad, plantea una doble lectura. Una, más expuesta, la de la ciudad doblegada por los paradigmas de crecimiento, del aislamiento social en torres de departamentos, de la muerte de la calle como espacio de interacción social, de la segregación de la gente en nuevas formas de encierro, en esa avalancha que se lleva por delante calles, plazas, montañas y casas. La otra, es la faceta de la ciudad oculta, que no obstante, o quizá por ello mismo, pervive.
Ciudad fundada al borde del lago Titikaka, al pie de la Cordillera de los Andes, preserva con su monumental entorno, secretos presentes, en los callejones abiertos al abismo, en los muros de adobe impermeables al tiempo, en la proletaria majestuosidad de las calles empedradas, en el zaguán que se abre a un lugar, donde antes hubo una casa.
Seguramente estas visiones ocultan el secreto para revelar los misterios de la ciudad, porque detrás de ellas, está la gente, esos hombres y mujeres que con sus usos, costumbres y tradiciones, construyen el espíritu de la ciudad, en esa paradoja por la que, al decir de Saenz, la destrucción de la ciudad es precisamente la causa de su permanencia definitiva y por ello, la ciudad es indestructible.