dc.description.abstract | En la formación ideológica de Irmad Jaimes está presente el antropólogo Rodolfo Kusch, quién a través de su amistad y sus libros marcó el camino a seguir para su arte; un camino que no se aleja ni un centímetro de nuestro pasado y presente andinos, unas veces dando vida nueva a Tiwanaku y su lítica ancestral, otras veces poniendo su mirada en los herederos de nuestras culturas ancestrales: chipayas y aymaras. En Irmad Jaimes se puede encontrar varias facetas artísticas, no sólo en la plástica, sino también en la literatura, en la música como compositora de letra y música, además en la investigación sobre el arte boliviano, de igual forma como educadora de niños y jóvenes a través del arte. En la obra plástica que Irmad Jaimes me permitió ver predominan las niñas de distintas edades y condición social y étnica, a veces semejan muñecas, en otras esculturas, todas ellas miran con inocencia al espectador, para enfatizar este aspecto, Irmad se vale de símbolos como vestiduras blancas, el cisne y la paloma blancos denotando la pureza infantil, la figura masculina es relegada o se la ve en segundo plano. Su paleta se sujeta a los azules, rojos, violetas en contraste con el blanco, en su serie de “chipayas” ya añade los ocres de la vestimenta de la mujer chipaya y de la lana de los camélidos, sus niñas son más realistas que en la anterior etapa, aquí combina la inocencia con la realidad agreste del medio en el cual viven en Chipaya, las caritas de la niñas denotan cierta agresividad. Las conversaciones que a continuación se encuentran, muestran a Irmad como una artista con una formación intelectual muy profunda y rica, tendríamos que llenar hojas y más hojas con el interesante bagaje de conocimientos y posiciones hacia la vida y al arte que ella sostiene con seguridad y vehemencia//. | en_US |