FRANCINE SECRETAN
Abstract
De los Alpes a los Andes, Francine es la escultora que Suiza le ha brindado a Bolivia, ya que después de estudiar en su país natal, se casó con un boliviano, el también escultor Ted Carrasco, viniendo a establecerse y organizar su hogar aquí en La Paz. En Cota – Cota, queda su casa y taller que fue construida como una escultura funcional, inspirada en las casas del Altiplano, cuyos muebles son como prolongaciones de las paredes, pintadas de blanco por dentro y con materiales vistos por fuera que le dan una apariencia rústica y mimetizada con el entorno de cerros y montañas como la “Muela del Diablo”, que con sus colores rojizos y violetas calman cualquier estrés, problema de nuestro tiempo. Su obra tiene el sello de los Andes, tanto por su temática como por sus materiales inspirados en el mundo aymara, pero además hay una simbiosis con su origen europeo germano, tanto en su forma de trabajo como en su misma expresión plástica, sus esculturas de proporciones alargadas, esbeltas, parecen obedecer a cánones de la proporción áurea. No practica la fundición, trabaja con planchas de metal, maderas de distintos tipos, lana de animales típicos andinos, sogas de fibras naturales, los que dan a su obra texturas de sensaciones cálidas, pese al metal que es frío y rígido, ella con sus amarillos y rojos saturados da calidez a sus esculturas. Conoce muy bien todos los elementos mágicos de los Andes que por centurias se han ido trasmitiendo en pequeños relieves de padres a hijos, Secretan ahora les da monumentalidad de tótem, los engrandece, haciéndolos visibles a los ojos de quiénes somos o vivimos aquí, y no hemos tenido esa perspicacia de ver en esos detalles a dioses y diosas tutelares andinos. Y esto es lo más importante de su magnífica escultura que ella pudo ver y reconocer entre estas montañas, que talvez le hacen añorar las suyas allá en los Alpes suizos//.