Gestión para incrementar la eficiencia en el control de la mora de créditos de consumo en el Banco Mercantil

Abstract

Económicamente el estudio está referido a un problema económico de grandes connotaciones: puesto que trata de dinero como recurso imprescindible para llevar a cabo cualquier tipo de actividad que busca lucro esencialmente para quienes trabajan en un determinado sector como única fuente de sustento personal y familiar. Actualmente el Banco Mercantil se encuentra en busca de mejorar la calidad de los servicios (Créditos de Consumo), con la finalidad de incrementar opciones competitivas frente al mercado actual, potenciando técnicas a los funcionarios y en respuesta a los requerimientos actuales de un análisis profundo y una correcta interpretación de los Estados Financieros y sus proyecciones. El Crédito de Consumo se otorga desde 1996 en el Banco Mercantil, para satisfacer las necesidades personales de quien adquiere el crédito. Se constituye en un servicio adicional que ocupa un lugar importante en la cartera de créditos en esta entidad. Este crédito se caracteriza por la asignación de recursos para satisfacer necesidades de consumo, entre las que se encuentra: la compra de bienes para el hogar, indumentaria, compra de automotores, tratamiento médico, etc. Es conveniente para toda entidad bancaria tener una tasa baja de mora en sus créditos, con la finalidad de disponer de mejores mecanismos y recursos para continuar sus actividades específicas, especialmente la relacionada con el consumo, en el Banco Mercantil. Los actuales mecanismos de Administración de Programas de Crédito de Consumo en el Banco Mercantil, estarían ocasionando deficiencias en la gestión crediticia de estas líneas den crédito. La recuperación es la parte esencial y más importante para la institución, ya que depende de este elemento llegar al objetivo trazado, que es la de mantener la estabilidad dentro del sistema financiero, adquiriendo liquidez, y satisfacer nuevamente la demanda de préstamos de sus clientes. Los problemas mencionados anteriormente son consecuencia fundamental, de una administración crediticia que aparentemente no es compatible con el tipo de servicio que ofrece el Banco Mercantil y por lo tanto no apuntan a los objetivos deseados.