El régimen tributario simplificado y su incidencia negativa en la recaudación fiscal

Abstract

La dinámica evolución de la economía, trae consigo la necesidad de actualizar en forma permanente a la Administración Tributaria, con el fin de permitirle ubicar sus acciones de control en aquellos segmentos de contribuyentes cuyo comportamiento tributario actual no es consecuente con la realidad económica y fiscal. Por otra parte, esta misma consideración obliga a desarrollar mecanismos que permitan visualizar sectores económicos que, por sus características particulares, jugarán un papel importante en el escenario fiscal y sobre los cuales serán indispensables las acciones de control. La economía boliviana nos muestra un país sumergido en permanentes crisis económicas y sociales, las cuales se deben a diversos factores. El problema más significativo de la crisis que imperó en nuestro país desde 1982, fue el largo proceso de inflación que surgió debido a la aplicación de políticas como ser el control de precios en el mercado de bienes y servicios, restricciones en las actividades financieras, en los tipos de cambio, etc. Estas políticas implementadas en una economía como la nuestra, sólo consiguieron disparar los niveles de inflación a límites jamás imaginados. El año 1986 se elaboró la Ley 843, que transformó radicalmente la obsoleta estructura tributaria, con el objetivo principal de frenar las altas tasas de inflación y generar mejores condiciones para el crecimiento económico del país. Esta Ley fue reformulada mediante la Ley 1606 de 22 de diciembre de 1994, la cual pretendía incentivar las inversiones e incrementar los niveles de recaudación mediante la modificación, derogación y creación de nuevos impuestos. Sin embargo, para obtener el nivel de estabilidad económica mínimamente deseado, es necesario plantear y adoptar continuamente políticas e instrumentos de control y seguimiento en cuanto a la estructura y funcionamiento del sistema tributario, adoptando medidas drásticas en caso en que se evidencie deterioro en los mecanismos impositivos, para evitar a su vez, el estancamiento del aparato económico estatal. En este sentido, como elemento fundamental y prioritario se encuentra el SECTOR FISCAL, ambiente en el cual se deben aplicar políticas que coadyuven de manera directa, a la elevación del nivel de ingresos del Tesoro General de la Nación (T.G.N.) mediante la optimización y/o reformulación de mecanismos de recaudación. El Sector Fiscal está formado por varias unidades recaudadoras, como ser la Aduana Nacional, el Servicio Nacional de Impuestos Internos y otros que conforman la Administración Tributaria del país, las cuales deben tender a mejorar los mecanismos dentro de la función que les compete. De esta manera, llama la atención que en la actualidad se registren tan elevados niveles de EVASIÓN Y DEFRAUDACIÓN FISCAL en el sistema impositivo interno, por lo cual deben aplicarse mecanismos y técnicas que permitan diminuir las deficiencias de control y mejorar los niveles de recaudación evitando la evasión y/o defraudación fiscal. Si se observa el sistema tributario interno que rige actualmente en el país, encontramos que este está conformado por diferentes tipos de contribuyentes, los cuales han sido calificados bajo los siguientes grupos tributarios: El Régimen General comprende a aquellos negocios o empresas (personas jurídicas) y personas naturales (incluidas las empresas unipersonales), que realizan actividades económicas habituales o cualquier otra agrupación que constituya una unidad económica o jurídica que esté sujeta al pago o retención de tributos dentro del territorio nacional, sean bolivianos o extranjeros. También están dentro de este régimen los contribuyentes directos e independientes (profesionales, técnicos, oficios y personas que perciben ingresos por cuenta propia). El Régimen Tributario Simplificado, al que corresponden los comerciantes minoristas, vivanderos y artesanos que no están sujetos a la presentación de formularios por cada impuesto. Por la esencia de la creación del Régimen Tributario Simplificado y su reglamentación de acuerdo al D.S. 24484, se entiende que deben formar parte de él aquellos contribuyentes que poseen un capital mínimo de Bs.2,001.- y un máximo de Bs.18,800.-.