Centro de rehabilitación integral contra el alcoholismo y drogodependencia en la ciudad de La Paz

Abstract

Día a día en el mundo se observa como más individuos ingresan al mundo del alcoholismo y de las drogas, bien sea en búsqueda de alguna salida a situaciones adversas o simplemente por razones superficiales como la simple curiosidad, pero en cualquiera de los casos con la misma gravedad. En Bolivia, como en otros países del mundo el contexto actual no es diferente; el abuso de drogas y alcohol es uno de los problemas más recurrentes entre jóvenes y adultos, siendo una situación que ha traído entre otras consecuencias el lento deterioro de la sociedad. La ciudad de La Paz no se escapa de esta realidad, actualmente el número de habitantes con esta dependencia se encuentra en aumento y las instituciones competentes existentes en la zona no cumplen con la demanda que esta presenta. El no contar con establecimientos adecuados, de ayuda que cuenten con la infraestructura necesaria en el departamento de La Paz, constituye un grave problema de salud pública generando consecuencias negativas en la salud individual y que repercuten en la familia, en la escuela, en el trabajo y en la sociedad. Este hecho hace evidente la necesidad de mejorar los centros especializados que se sensibilizan hacia esta situación, razón por la cual La Iglesia Católica de Bolivia, en búsqueda de aportar soluciones a esta problemática se encuentran avalando proyectos en pro de la misma como la Comunidad Juan XXIII. En este caso se plantea dar una solución arquitectónica al Centro de Rehabilitación para Alcohólicos y Drogodependientes, específicamente en el sector de Alto Beni – Palos Blanco del Departamento de La Paz. El proyecto en cuestión se propone como una institución de carácter social que aporte soluciones en pro del bienestar de los individuos que padecen de alcoholismo y drogodependencia, actuando a través de programas enfocados a los aspectos Social-Terapéutico-Educativo, entendiendo la drogadicción no solamente en relación al vínculo entre el individuo y la sustancia sino también como un problema de identidad social y aprendizaje conductual tratable dentro de la sociedad a través de charlas, talleres y otras alternativas diferentes para evitar o reducir el fenómeno de la recaída.