Problemas que obstruyen la consolidación de la Comunidad Andina de Naciones
Fecha
2013Autor
Condori Tinta, Roman Edwin
Miranda Balcazar, Policarpio Ivan (Tutor)
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemResumen
Los ejes de consenso constituyen puntos de acuerdo mínimos en determinado momento histórico: organizan nuevas actitudes, comportamientos, inclinaciones en torno al tipo de régimen político, de sistema económico y de sociedad que se desea construir. Los ejes pueden tener orígenes distintos, provenientes de aportes de la izquierda como de la derecha. En suma, cristalizan un “espíritu del tiempo” del cual los políticos no deberían alejarse a riesgo de perder relevancia ante la sociedad.
El estudio de los ejes de consenso permite establecer las ideas generales que movilizan a la sociedad, que tienen apoyo electoral y que, por tanto, marcarán el rumbo el país. Identificar los ejes de consenso en un determinado momento tiene alto valor político y académico. Le permite al político enmarcarse en “reglas del juego” y mantenerse vigente en su área, además de tener ideas sobre las tendencias políticas a largo plazo. Tanto el político como el investigador pueden tener un horizonte de previsibilidad, en el entendido que las tendencias marcadas por los ejes de consenso no varían de manera significativa a lo largo de varios años. Obviamente, los puntos de acuerdo mínimos no son inmutables; se van reemplazando y a veces son transitorios.
La crisis desatada en el año 2000, que implicó la caída de aquellas fuerzas políticas, también puso de manifiesto el fin de viejas certidumbres. El ciclo de protestas que inició la Guerra del Agua en Cochabamba daba a entender el agotamiento de las reformas y proyectos económicos de orientación liberal; la crisis de la representación política y la persistencia de las desigualdades sociales, interpelaron a la democracia representativa; el multiculturalismo, entendido como el mero reconocimiento de las diferencias culturales, a inicios del siglo XXI parecía insuficiente ante la necesidad de la interacción e interrelación entre culturas, cuando no una radicalización del indigenismo y las identidad étnicas y regionales.
Estos cambios en la sociedad boliviana pueden advertirse a través de los procesos electorales entre el año 2002 y el 2009. En ese tiempo se realizaron tres elecciones generales, una elección municipaly la primera elección de autoridades departamentales, además de cinco referéndums y una elección de asambleístas constituyentes. Los resultados electorales definieron el cambio del sistema de partidos y de la representación en el Congreso, además de un giro a la izquierda en las orientaciones del electorado boliviano. Pero quizá el testimonio más claro de los cambios que se fueron operando en esos años son los textos constitucionales. La reforma parcial de 2004 destacó por el reconocimiento de la democracia participativa, la idea de que el pueblo ejerce su soberanía y gobierna no sólo a través de sus representantes, sino también a través del referéndum, la iniciativa legislativa ciudadana y la asamblea constituyente. Asimismo, fue importante el fin del monopolio de la representación por los partidos políticos, abriendo los procesos electorales a las agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas. Estaban claras las insuficiencias de la democracia representativa y la gravedad de la situación en la que habían caído los partidos.