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dc.contributor.authorSaravia, José Venancio
dc.date.accessioned2014-09-29T12:10:06Z
dc.date.available2014-09-29T12:10:06Z
dc.date.issued2014-09-29T12:10:06Z
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/123456789/4778
dc.description.abstract"Prefacio Oh. Cuantas demasías, cuantos abusos, cuantos desafueros hay que ver en la vida. Sin embargo, todo pasa desapercibido. Pero de todo lo que he visto, nada ha llamado más mi atención como lo que pasa en la Iglesia de La Paz. Alli un prebitero que ha llegado a ser Obispo por los medios que el público conoce muy de cerca, y no obstante se titula depositario de la fé, gerente de la justicia, representante de la verdad y centinela de la ley escrita, se toma licencias de tanto bulto, que a decir verdad todo parece fábula o leyenda. Todos los actos Eclesiásticos estan sujetos a leyes y reglas inamovibles, y nadie puede ser tan osado que se permita traspasarlas sin comprometer seriamente su conciencia. Y si estos actos envuelven la inhabilidad para ejercer su ministerio. ¿cuantas nulidades,cuantas dudas no ocasionan?. El obispo que por ignorancia o malicia, conculca y traspasa las sabias y santas leyes de la Iglesia, se hace ipso facto, reo de gravísimas penas; y si perseverando en su error sigue menospreciándolas, los males se hacen cada vez mayores y más trascendentales, por que participan los fieles en general y el clero en particular, con inminente riesgo de su salvación eterna...,etc". , José Venancio Saravia Vicario General del ejército.en_US
dc.language.isoesen_US
dc.subjectIGLESIA DE LA PAZen_US
dc.subjectVICARIATO GENERAL DEL EJERCITOen_US
dc.titleQuince minutos despues, sede vacanteen_US
dc.typeOtheren_US


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