Tipo de cambio real: ¿factor determinante de las exportaciones no tradicionales?

Abstract

Dentro del perfil económico estratégico, la importancia del comercio internacional para una nación está contenido en la generación de empleo, el acceso a tecnologías nuevas de punta y a mercados sofisticados, cuyos requerimientos incentivan la innovación, la inversión y el aprendizaje. En el caso nacional, la competitividad del sector exportador no tradicional, como motor del desarrollo económico, se convierte en una de las fortalezas para romper las limitaciones del crecimiento económico boliviano. Un factor que está cíclicamente presente en el debate económico es el tema del tipo de cambio real. La discusión sobre su impacto en la competitividad está estrechamente relacionada con los aumentos de productividad y la situación específica de los sectores productivos, puesto que éste influye tanto en las exportaciones, como en las importaciones. En este contexto, nuestro interés es determinar la relación que existe entre el tipo de cambio efectivo real y la evolución de las exportaciones no tradicionales bolivianas, entendiendo al tipo de cambio efectivo real como factor de competitividad. Esta situación nos lleva a plantear la siguiente hipótesis: “El tipo de cambio real es el factor determinante en la competitividad de las exportaciones no tradicionales bolivianas”. La siguiente investigación a través de un Marco Teórico, base contextual para el objeto de investigación, y un Marco Práctico, descripción estadística del proceso económico experimentado por el país en los últimos 10 años, sienta una base para poder demostrar la hipótesis por medio del desarrollo de un modelo econométrico, cuyo procedimiento consistió en calcular un Tipo de Cambio Efectivo Real, índice que mide la competitividad de las exportaciones de un país respecto a sus principales socios comerciales y se calcula como una media ponderada de los tipos de cambio de las monedas, o divisas, de los principales países con los que comercia una nación, para luego proceder a testear una función de exceso de oferta, involucrando en ella factores de corto plazo y escala. Los resultados obtenidos, por medio del modelo econométrico acerca de la influencia del tipo de cambio efectivo real sobre el volumen de las exportaciones no tradicionales, muestran que existiría una relación directa entre ambas variables, tal como nos indica la teoría. Por lo tanto, aceptamos la hipótesis principal y estamos en condición de afirmar que: El Tipo de Cambio Real es el factor determinante en la competitividad de las exportaciones no tradicionales bolivianas. Es importante destacar la elasticidad negativa respecto a las variables PIB Multilateral e Importaciones, justificadas por los patrones de comercio, las crisis de finales de los noventa y las preferencias del consumidor, que intervienen directamente en el desarrollo y diversificación del sector. Esta situación denota que las exportaciones no tradicionales incorporan mayor valor agregado y, exceptuando a la soya y sus derivados, ocupan cada vez más nichos de mercado. El modelo econométrico nos muestra que la actual política monetaria cumple con los fines para los cuales fue diseñada, alcanzar la estabilidad interna y externa. Empero, está claro que los efectos de una política de devaluación permanente serían negativos para nuestra economía altamente dolarizada, ya que podría provocar efectos inflacionarios negativos, con una notable pérdida del poder adquisitivo de las personas. Es destacable el éxito de la apertura comercial y el mejoramiento de acuerdos con los socios comerciales de Bolivia, lo cual ha aumentado la demanda de productos nacionales. Finalmente, es recomendable poner énfasis en el diseño de políticas de exportación apropiadas que deben abarcar dos grandes áreas: la política macroeconómica, encargada de garantizar la permanencia de la estabilidad macroeconómica velando por niveles de ahorro doméstico altos y aumentos de remuneraciones compatibles con el crecimiento de la productividad; y las políticas específicas, que permitan superar obstáculos a los que se enfrentan las unidades productivas exportadoras, dando énfasis al aumento de la competitividad sectorial, la diversificación de la producción y el acceso al cambio tecnológico para poder incentivar las exportaciones, mejorando los niveles educativos de la población y aumentando la calidad de la infraestructura de transportes, integrando además a los agentes económicos privados, estas agregadas a un tipo de cambio real competitivo permitirán incrementar eficiencia y competitividad nacional, pues los mercados internacionales actuales demandan productos de calidad a menor precio y con más énfasis en su diferenciación.